La Oficina Antinarcóticos de Francia informó a los agentes españoles. Una vivienda unifamiliar del municipio malagueño de Arriate estaba ocupada por unos supuestos traficantes que estaban trabajando para reunir una gran cantidad de drogas y luego transportarla a Francia, para venderla allí: cientos de kilos de marihuana y hachís, por los que la Policía Nacional inició la vigilancia de la vivienda.
Un día, los agentes observaron salir un pequeño camión cargado con material de obra. El conductor, un ciudadano francés con antecedentes por tráfico de drogas, fue detenido en un control por agentes de la Policía Local, pero tras inspeccionar la carga no encontraron rastro de ninguna droga. Más tarde, otro vehículo salió de la vivienda. Una furgoneta de transporte de mercancías se dirigió a Antequera, y los policías pidieron un control de carretera a la comisaría del municipio.
Al llegar al control, la furgoneta no obedeció las órdenes y atravesó la línea acelerando, obligando a un agente a saltar para esquivar el vehículo. Al pasar, los agentes iniciaron una persecución por carreteras y caminos, en la que participaron unidades de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local de Antequera. Tras escaparse y embestir varias veces a un coche de la Policía Local, la furgoneta acabó chocando en un camino, y su conductor huyó del lugar.
En el interior del vehículo, los agentes encontraron 186 kilos de cogollos de marihuana, 75 kilos de hachís y una pistola semiautomática. El suceso permitió a la Policía Nacional obtener una orden de registro y entrar en la vivienda vigilada. En su interior se encontraron 440 kilos de hachís, 186 kilos de marihuana, un fusil de asalto AK-74 y una pistola semiautomática. Según 20 Minutos, el hombre huído todavía no ha sido encontrado y la investigación sigue abierta.