La Audiencia Provincial de Barcelona ha archivado la causa abierta contra un empresario que cultivó 10.000 plantas de cáñamo industrial y que fue intervenido por la Guardia Civil. El tribunal ha desestimado los argumentos de la Fiscalía y ha considerado que el cultivo de cannabis no psicoactivo no va en contra de la ley y no supone un delito contra la salud pública. El empresario ha perdido toda la inversión que hizo y los frutos de su cultivo, que fue intervenido días antes de ser vendido a una empresa austríaca.
“Con las diligencias practicadas, no concurren indicios suficientes de criminalidad por carecer de psicoactividad mínima las sustancias aprehendidas”, dice la sentencia, según cita el diario El País. El tribunal ha recordado que el empresario informó al Departamento de Agricultura, al Ayuntamiento de Viladecans y a la Policía Nacional de las actividades de la empresa, y que presentó la factura de la compra de unas semillas de cáñamo certificadas.
El proyecto empezó con un compromiso de compra por parte de una empresa austríaca. El empresario inició los cultivos contando con el compromiso de compra firmado de antemano a 300 euros el kilo de biomasa de cáñamo: un total de 475.200 euros por más de 1500 kilos de cáñamo industrial, que en el último momento fueron precintados por la Guardia Civil y han quedado secos e inservibles después de pasar un año y medio inmovilizados. El empresario y sus socios han dicho que reclamarán una indemnización de medio millón de euros a la Justicia.