La Guardia Civil intervino ayer varias tiendas de CBD en Navarra y La Rioja. Según la información disponible hasta el momento, los agentes se presentaron en las tiendas sin orden y procedieron a precintar todos los productos que contuvieran CBD para inmovilizarlos e impedir que se puedan continuar vendiendo. Hay al menos dos tiendas que han sufrido las intervenciones, aunque podrían haberse producido otras en diferentes comunidades autónomas.
No es la primera vez que ocurre una intervención policial de estas características. El CBD, que ha estado durante mucho tiempo en un limbo legal y pendiente de un hilo, fue aceptado el año pasado como un ingrediente válido para su uso alimentario en toda la Unión Europea por parte de la Comisión Europea, después de que el Tribunal de Justicia de la UE emitiera un fallo diciendo que el CBD no podía considerarse un narcótico. Pero a pesar de la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo y del comunicado de la Comisión Europea sobre la legalidad del CBD, en España tanto los cultivadores, como los productores y las tiendas de venta al público siguen padeciendo inseguridad legal.
En los últimos meses se han producido otras intervenciones importantes, como las cinco ocurridas el pasado abril en Málaga. En ese y otros casos lo que ocurre es que la policía inmoviliza los productos no por considerar que son narcóticos o sustancias ilegales, sino porque no cuentan con el etiquetado correcto que legalmente deben llevar los productos para consumo humano. Estas situaciones se producen debido a que no hay regulación sobre los productos de CBD en España, y podría ser que, las tiendas intervenidas esta semana enfrentes sanciones administrativas por mal etiquetado.
En Málaga, a pesar de que los productos estaban etiquetados como “no aptos para consumo humano”, los agentes se presentaron de incógnito en las tiendas y recibieron indicaciones de los dependientes, que les indicaron que los productos se vendían para ser consumidos, y utilizaron esta información para intervenir las tiendas.