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El cannabis conquista la centralidad médica y cultural de Barcelona

En el camino hacia una medicina basada en cannabinoides, pacientes y profesionales de la salud rompen barreras durante el II Congreso Cannabmed con miras a una sociedad más compasiva y menos hipócrita.

Libertad tiene fibromialgia. A los 12 años empezó a caerse, los dolores no le dejaban dormir, ni vivir. Después de años de devastadoras pastillas, llegó a su vida el cannabis. Libertad tenía muchos prejuicios al respecto pues sus tres hermanos murieron de sida, por tanto, como se escucha por ahí, “las drogas son malas”. Le costó, pero la desesperación ganó: lo probó. “Al principio me mareé un poco, pero enseguida una sonrisa y me quedé dormida”.

Ese fin de semana Libertad jugó con su hijo su primer partido de fútbol juntos. Desde entonces va a todas partes con su vaporizador, ha reducido casi toda la medicación y duerme con una sonrisa. “Me ha cambiado la vida”. Ella insiste: “la información te hará libre”. Libertad se emocionó al ver su historia proyectada en un vídeo en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona durante la segunda edición de Cannabmed, congreso celebrado el 11 y el 12 del pasado mayo, organizado por la Fundación ICEERS. 

Este congreso surge de la falta de apoyo político y por el vacío legal y médico que sufren los pacientes que, como Libertad, utilizan cannabis. La primera edición, en 2016, desembocó con la creación de la Unión de Pacientes por la Regulación del Cannabis (UPRC) que lucha por una regulación que “beneficie a los pacientes y la comunidad, y tenga respeto por la tierra”, y que coorganizó el congreso junto a ICEERS. 

El primer día, profesionales de la salud se reunieron en el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) para poner en común los últimos descubrimientos en investigación y práctica clínica sobre cannabinoides. Una jornada de alto nivel que invitó a reflexionar también sobre el método científico en sí y la necesidad de avanzar en las investigaciones sobre otras plantas prohibidas que también pueden beneficiar a los pacientes. 

Sistema endocannabinoide

El Director Neurocenter Barcelona, Hari Bhathal, afirmó en su ponencia que “los cannabinoides están entrando en el mainstream científico”. Gracias a los hallazgos farmacológicos relacionados con la planta del cannabis, después de que los científicos localizaran por primera vez los receptores cannabinoides en el cerebro de un animal, en la década de los 80, se postuló que tenemos un sistema cannabinoide endógeno (“que se genera dentro”), un descubrimiento crucial, pues resulta que este forma parte de todos los órganos, tejidos y procesos fisiológicos de prácticamente todos los animales. Para hacernos una idea de su importancia, entre muchas otras funciones como el hambre y el sueño, regula la homeostasis de los organismos (su capacidad de mantener una condición interna estable ante los cambios del entorno, en una palabra, equilibrio).

El director científico de ICEERS, José Carlos Bouso, explicó la complejidad del sistema en su charla titulada “Del sistema endocannabinoide al endocannabinoidoma”. Los cannabinoides exógenos (que vienen de fuera, del cannabis, por ejemplo) modulan el sistema endocannabinoide actuando en muchos focos a la vez. Esto genera inquietud en la farmacología clásica pues esta busca fármacos con efectos muy precisos y aislados. 

II Congreso Cannabmed
El II Congreso Cannabmed fue celebrado en el CCCB el 11 y el 12 de mayo

Una medicina efectiva y segura

¿Qué es el cannabis medicinal? Una planta. Ni el demonio, ni la panacea. Una planta con propiedades terapéuticas que para nuestra percepción occidental vacila entre dos mundos. En medio se yergue un muro mental. El muro de la moral que, “como cualquier otro muro, es ambiguo, bifacético. Lo que hay dentro y fuera depende del lado desde el que se observa”, como dicen Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin. Del lado de la medicina moderna la marihuana se ve demasiado verde, poco patentable y, por tanto, poco rentable. Para la medicina alternativa, demasiado potente.

Una idea que se repitió varias veces a lo largo del II Cannabmed, es que el cannabis es un medicamento efectivo y seguro. Hay ya muchas evidencias científicas sobre ello. El problema es que el mainstream científico da más importancia a la evidencia proveniente de los estudios clínicos y menos a las evidencias y a los hechos que ocurren fuera del laboratorio que, en el caso del cannabis, son abrumadores. La practica clínica va por delante de los ensayos. El cannabis lleva milenios utilizándose como remedio, hoy muchos pacientes se están beneficiando de sus propiedades y cada vez más médicos le pierden el miedo. “¿Por qué todos estos casos no crean también una evidencia científica valorada?”, reclama Bouso.

Se ha demostrado que es muy útil en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, para la depresión, la ansiedad, la migraña, el dolor crónico (ya sea físico o psicológico), la esclerosis múltiple, la fibromialgia, el cáncer, el VIH, la epilepsia refractaria infantil, etc. En muchos casos ayuda a reducir los síntomas y las dosis de medicamentos mucho más tóxicos y con efectos secundarios. Como todo, depende de la persona, la enfermedad, la dosis o la vía de administración. No le funciona a todo el mundo, ni de la misma manera, pero son muchos los casos de mejoría indiscutible de calidad de vida.

Los padres de Mariola vinieron a explicarnos que “el cannabis es la única medicina que les permite vivir con cierta dignidad” después de años de crisis epilépticas y medicamentos que anulaban a su hija. Jesús sufrió dos accidentes y hasta que no probó el cannabis, como último recurso, no pudo andar sin muletas o ir al baño sin ayuda. Nuria tiene ocho años y gracias al cannabis ha podido “dejar todos los antiepilépticos y volver a ser ella misma”, explica su madre.

En la sala resuenan las preguntas: “¿Por qué si no lo reconoce un laboratorio, que nunca puede reproducir la vida real, no se acepta que funciona en la vida real? ¿Por qué siendo una medicina tan efectiva, segura y antigua se condena su uso?”.

Noemi Sánchez y Aura Roig (Metzineres), de la Red de Estatal de Mujeres Antiprohibicionistas, vinieron a reclamar la falta perspectiva de género también en la ciencia. “No estamos representadas en estudios científicos de ningún tipo”. Solo ellas mencionaron las diferencias existentes en los sistemas endocannabinoides de mujeres y hombres. Solo ellas recordaron que la prohibición empezó con la caza de brujas. “Todo el conocimiento sobre plantas y salud de las mujeres se perdió cuando se dio el monopolio al estamento médico. La guerra contra las personas que usan drogas es racista, patriarcal y machista. Las políticas de drogas son más perjudiciales que las drogas en sí”.

Estigma y castigo

Más de dos millones de personas en más de 30 países utilizan legalmente cannabis medicinal. En EE UU más de 30 estados lo han legalizado. La ONU permite su uso terapéutico y científico. No hay ley nacional ni internacional que prohíba el cannabis medicinal. Es cuestión de voluntad política y estigma, no es una cuestión legislativa ni de evidencia científica.

¿Tiene sentido que haya tantas personas empujadas a buscar su medicina por las esquinas, enfocadas por la luz cegadora del estigma, cuando no multadas y encarceladas por consumir una planta? Muchas personas se niegan al papel de víctimas que les reserva el sistema y se empoderan. Con el látigo fabrican sus riendas y cultivan sus propios remedios. Josep Pàmies, agricultor conocedor de muchos remedios naturales, insistió en recuperar la fitoterapia y el conocimiento del entorno, “hay muchas plantas poderosas que se utilizan y funcionan”. El cannabis puede ser la llave que abra las puertas en occidente a más remedios ancestrales, y a una relación nueva con la salud y con la naturaleza. 
 

Celia Morgan, especialista en THC y CBD
Celia Morgan, especialista en investigación sobre la psicosis y el THC y el CBD.
II Congreso Cannabmed
Javier Fernández Ruiz, Timna Naftali, Kirsten Mueller-Vahl, Sandra Blasco Benito, Rocio Girón Moreno y Michael Collins (Drug Policy Alliance) hablan sobre el Sistema Endocannabinoide y su modulación terapéutica.
II Congreso Cannabmed
José Carlos Bouso (ICEERS), Guillermo Bagaria (Colegio Farmacéuticos de Barcelona) y Hari Bathal (Epilepsia Russi Institute) en otra de las ponencias.
II Congreso Cannabmed
II Congreso Cannabmed

Fotos: Fundación ICEERS

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #246

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