¡Hey, muchacho! ¡Hey, muchacha! ¿Preocupados porque no os sube el cannabis? O es lo contrario, ¿pega eso como un demonio cuando queríais un sweet ride? La dulce mary jane tiene sus secretos, uno de ellos son los factores que afectan al subidón.
Todos sabéis de sobra que depende de qué variedad uno elija el subidón, efectos y contraefectos van a ser diferentes. Incluso la misma variedad lleva a resultados diferentes según el individuo que la prueba. Esto ha llevado a pensar que, en realidad, las variedades no existen y la diferencia entre unas y otras son insignificantes desde un punto de vista científico. Parece que no es así. Recientes descubrimientos aseguran que sí hay diferencias entre variedades. Por otra parte, la experiencia directa nos dice que la diferencia entre variedades o personas marca un punto y aparte sobre cómo le va a sentar a alguien la mandanga.
Vamos a ver algunos de los factores que pueden afectar tu subidón.
Preparación y localización
Si te pasa que la misma yerba te sienta de un modo un día y de otro al día siguiente te tienes que preguntar qué ha podido pasar. ¿Cambió algo del entorno? ¿Cómo estaba tu humor? ¿Es la gente que te rodea (cuidado que hay mucho gilipollas en esta vida)? Atento porque no es asunto menor.
Método de ingesta
No es lo mismo fumar, comer, vapear marihuana. La manera en que se procesa el cannabis es diferente según el método. Ahora sabemos que vapear suele ser más potente que fumar (aunque esto tiene muchos matices). Si te comes un comestible tienes que tener cuidado porque tarda en subir pero pega fuerte, por lo que conviene ir despacio. Es fundamental que sepas las consecuencias de cada método de consumo para controlar lo alto que vayas a volar.
Dosis
Esta es de cajón: la dosis afecta a la altura del subidón. Lo esencial aquí es que siempre que te enfrentes a alguna variedad nueva trates de empezar con menos cantidad para tratar de pillarle el punto y saber si subir o bajar. Hay que encontrar el sweet spot de la mandanga.
Perfil de cannabinoides
El perfil de cannabinoides (por ejemplo, cuánto THC tiene la planta) es una de las maneras más “fiables” de saber cómo te va afectar. Lo ponemos entre comillas porque aunque es cierto que es el método más efectivo también es cierto que no lo es al 100% por múltiples motivos. Uno de ellos es que muchos vendedores exageran con la cantidad de THC o producen mensajes erróneos que llevan a pensar cosas que luego no se corresponden con la realidad.
Terpenos
La palabra de moda del 2019. Si antes uno se conformaba con saber los cannabinoides ahora también debe echarle un ojo a los terpenos. No solo es una cuestión de olor o sabor, la función principal de los terpenos, sino que en estas burbujitas viscosas se encuentra el secreto de los cannabinoides.
La edad
No solo la edad de la planta importa. Tu edad es fundamental para saber cómo te afecta. Parece ser que la juventud, como casi todo, tolera mejor la marihuana que una persona en su madurez o vejez. Los ancianos y maduros muestran mayores síntomas de estrés o ansiedad con el cannabis. Tampoco es de extrañar porque los jóvenes, por definición, andan con la mochila de la ansiedad con menos piedras que los que ya no andamos correteando por los institutos. Si se les tiene que tener envidia a los jóvenes no es tanto por la edad, sus físicos sanos o el tiempo que les queda por vivir. Se les debe envidiar por vivir en una época en la que la ansiedad es algo que les pasa a otros. Tampoco nos engañemos, la adolescencia, incluso la buena, suele ser una época bastante desagradable. Ojo con la muchachada.
Tolerancia
Es un tópico pero es cierto que debes vigilar tu nivel de tolerancia al cannabis. Hay gente que aguanta que le pase por encima un tanque y otros que se agobian con el peso de una pluma. Busca tu punto porque nadie debería encontrarlo por ti.