Pese a que las agencias de salud estadounidenses se están tomando muy en serio tratar la epidemia de opiáceos, utilizar cannabis no está en sus planes.
La SAMHSA (Substance Abuse and Mental Health Services Administration, Administración para el abuso de sustancias y servicios de salud mental), agencia que pertenece al Departamento de Salud de los EE.UU., está retirando los fondos que habían sido destinados al tratamiento de la adicción a los opioides con cannabis mediante el uso de marihuana.
“Pensamos que era el momento de dejar claro que no queremos que las personas reciban fondos para su tratamiento estén expuestos a la marihuana y que alguien tenga la impresión de que eso es un tratamiento”, señala la Dra. Elinore McCance-Katz, asistente de la secretaría para la Salud mental y Uso de sustancias.
A pesar de que de vez en cuando se publican estudios que indican que el tratamiento para la adicción de los opioides mejora mediante el uso de cannabis, estas agencias de salud no se dan por aludidas. McCance-Katz asegura que no existen evidencias de que el cannabis sea un buen tratamiento (o un tratamiento) para el abuso de opioides.
Aunque aún se desconoce con detalles qué es lo que pretenden hacer estas agencias, lo que parece que ocurrirá es que no van a dejar que el dinero de estas ayudas vaya para comprar cannabis. Al menos parece que no va a afectar a la investigación con cannabis.