Están siendo días movidos para el proyecto de legalización del uso adulto de cannabis en Alemania. Un informe del parlamento publicado la semana pasada indicó que la legalización entraría en conflicto con las leyes de la Unión Europea y con la norma internacional de la Convención Única de Estupefacientes. Pero dos parlamentarios alemanes a cargo del proyecto realizaron ayer declaraciones para los medios en las que despejaron las dudas sobre el proyecto y ofrecieron nuevos detalles.
Por un lado, la diputada Carmen Wegge, quien se encarga de los aspectos legales de la legalización desde el Partido Socialdemócrata, afirmó en una entrevista con el diario Zeit que están “seguros de que la legalización no fallará debido a la legislación de la UE”. Sobre el posible obstáculo de la Convención Única, la diputada dijo que la mejor estrategia es “salir y volver a entrar con reservas”, un movimiento que ya hizo Bolivia para permitir el uso tradicional de la hoja de coca en el país, algo que la convención internacional prohíbe.
Al respecto de la normativa europea, la diputada declaró que “la mejor manera sería anular la decisión marco de la UE de 2004 y dejar que cada país europeo decida por sí mismo si quiere legalizar”, asegurando que, en cualquier caso, en Alemania la legalización se aprobará de una u otra forma. “Encontraremos una solución legalmente segura”, afirmó para el diario.
Por otro lado, la diputada participó por la tarde en una conversación en directo con su compañero de partido, el diputado Dirk Heidenblut, a través de Instagram. Los diputados explicaron el cronograma que tienen previsto, confirmando que para final de año pretenden tener la primera versión de la ley completada y lista para enviar a los comités parlamentarios, para su revisión y el proceso de enmiendas. Luego, el objetivo es que la ley se pueda votar y aprobar en julio del año que viene. En ese momento entraría en vigor la despenalización del consumo, y en enero del 2024 se iniciarían la ventas. Durante la charla también aseguraron que piensan incluir el modelo de clubs de cannabis, originado en España, como una vía “prioritaria” de acceso al cannabis.