El Gobierno de Australia ha aprobado este mes una subvención de 15 millones de euros para investigar la aplicación de drogas psicodélicas como las setas psilocybe o la MDMA en el tratamiento de enfermedades mentales. En sentido contrario, un mes antes, la Asociación Australiana de Drogas Terapéuticas (la administración de control de drogas) rechazó la reclasificación de estas drogas en una lista menos restrictiva que habría permitido su uso clínico en pacientes.
“Australia solía ser líder en el mundo en lo que respecta a la política de drogas y alcohol, pero en los últimos 10 a 15 años hemos retrocedido a un enfoque de prohibición y tolerancia cero y estamos muy por detrás del resto del mundo, que están despenalizando y revolucionando este tipo de drogas”, dijo a The Guardian la doctora Nicole Lee, profesora del Instituto Nacional de Investigación de Drogas de la Universidad de Curtin.
“Es necesario que se realicen ensayos clínicos para que podamos estar seguros de que se trata de medicamentos reales que serán efectivos antes de reprogramarlos para su uso”, explicó la doctora, que cree que la inversión de 15 millones puede hacer que Australia se convierta en uno de los primeros países en realizar ensayos a gran escala con estas sustancias. En EE UU, donde las investigaciones están más avanzadas, los estudios con MDMA y psilocibina están ya en Fase 3, lo que quiere decir que en los próximos dos años podrían aprobarse para su uso clínico en determinados pacientes.
“Los fármacos psiquiátricos en el mercado se basan en investigaciones que tienen al menos 50 años”, dijo el doctor Arthur Christopoulos, decano de la facultad de farmacia y ciencias farmacéuticas de la Universidad de Monash, la más grande de Australia. Según explicó el decano a The Guardian, el Gobierno australiano se está dando cuenta de que “el talón de Aquiles para tratar el tsunami de salud mental es la falta de medicamentos verdaderamente nuevos y efectivos para tratar las enfermedades mentales”, dijo en referencia al potencial de los psicodélicos.