El estudio, uno de los más amplios en su tipo, analizó los datos recabados mediante encuestas que deben completar quienes acceden al programa de cannabis medicinal en Minnesota. El cuestionario incluye preguntas sobre diversos trastornos del sueño, entre ellos la apnea, una afección respiratoria crónica que interrumpe la respiración durante el descanso nocturno.
La investigación fue presentada por Grace Christensen, analista de investigación de la Oficina de Gestión del Cannabis del estado. Según Christensen, "más del 90% de las personas encuestadas reportaron problemas de sueño al ingresar al programa. De ese grupo, un 60% logró mejorar sus puntuaciones de sueño en al menos un 30%". Además, aproximadamente el 40% mantuvo esas mejoras durante al menos cuatro meses.
Testimonios incluidos en el informe destacan beneficios como mayor duración del sueño, mejor tolerancia al uso de máscaras buconasal (CPAP), reducción de ansiedad y fatiga. Varios participantes subrayan el impacto positivo del cannabis sobre la calidad de vida y la estabilidad emocional, lo que sugiere una mejora integral más allá del alivio sintomático.
En cuanto al mecanismo de acción, Christensen indicó que los cannabinoides podrían reducir la frecuencia de las apneas al modular la actividad del nervio vago, responsable de funciones autonómicas como la respiración. Estudios previos en modelos animales ya habían documentado la capacidad del THC para disminuir estos episodios respiratorios durante el sueño.
No obstante, la especialista recordó que los efectos del cannabis varían entre personas. Mientras que para algunas el efecto sedante es beneficioso, otras pueden experimentar reacciones adversas. Por ello, recomendó consultar siempre a profesionales de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento con cannabis.