El Dr. Machel Emanuel se ha embarcado en una tarea digna de doctor Frankenstein: revivir la mítica variedad que fumaba Bob Marley.
No solo Marley, por supuesto, pero se trata de una mítica landrace que creció en la isla hasta que fue erradicada durante el periodo de “guerra contra las drogas” de los años 80. El Doctor Emanuel es un biólogo de 35 años nacido en la isla del Caribe de Dominique y que vive en Jamaica desde el 2007 estudiando las variedades locales.
“Durante los 50, 60 y 70, Jamaica era conocida por sus landrace que fueron las que le dieron a la isla su reputación internacional”, comenta Emanuel al Daily Mail. Según Emanuel, las landraces originales eran mucho menos potentes que las actuales, más centradas en dar la idea de que los jamaicanos están todo el día colgados. Se trataba de variedades, según sus palabras, “con unas características únicas en su olor, sabor e incluso en los efectos eufóricos”.
Esta variedad local que está investigando era del gusto de los fundadores de The Wailers: Bob Marley, Peter Tosh y Bunny Wailers. De ahí que si consigue recuperarla podremos disfrutar de la auténtica planta que Marley y los suyos fumaban en las paradisíacas islas de Jamaica.
La causa de la caída de esta landrace fue su altura. Se trata de una planta tremendamente alta y, por tanto, difícil de ocultar, lo que permitió que desapareciera durante la guerra contra las drogas de los 80. Los granjeros optaron por cambiar de cultivos ante el temor de que la planta les delatase. Este cambio erradicó la planta.
La historia de Emanuel buscando la planta parece más una misión de un videojuego que un trabajo de investigación pero, parece ser que este biólogo está encontrando los rastros de las landrace mediante la ayuda de un rastafari que vive desde hace 40 años en una montaña aislado del mundo. Gracias a estas pesquisas Emanuel ya está cultivando las primeras plantas en la Universidad de las Indias del Oeste en Kingston. Emanuel asegura que no venderá sus descubrimientos a ninguna corporación si no se reconoce el trabajo de la gente que ha estado conservado las semillas durante todos estos años. También considera que de encontrar esa landrace esto supondrá una subida considerable en la economía de la isla.
“Hay un valor nostálgico que se le puede añadir al marketing”, asegura Emanuel.