La Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA) ha pedido un aumento para las cuotas de producción de psicodélicos para la investigación científica. Entre las sustancias se incluyen la ibogaína, psilocibina y psilocina. Por otro lado, el THC y el MDMA se mantendrían estables. La intención de estos estudios es determinar si los estupefacientes podrían ser utilizados para la elaboración de estudios científicos que determinen su eficacia y seguridad en la fabricación de medicamentos.
En los últimos años, la DEA ha aumentado la producción de cannabis y algunos psicodélicos, a medida que ha aumentado su interés en el potencial terapéutico dentro de la comunidad científica. Pero las cifras revisadas para 2024 y las nuevas propuestas para 2025 parecen indicar que, para la mayoría de las sustancias, esas cuotas se están estabilizando, al menos por ahora. En el caso de la marihuana, la cantidad se mantendrá en los 6,67 kilos desde el año 2023. Lo mismo sucederá con el DMT (11 mil gramos), LSD (1.200 gramos) y mescalina (1.200 gramos).
Sin embargo, la agencia antidrogas ha solicitado una mayor producción de psilocibina y psilocina para el próximo año. La intención es pasar de los 20 mil a los 30 mil gramos y de 24 mil a 36 mil gramos, respectivamente. “Estos aumentos propuestos tienen como objetivo apoyar la investigación y los ensayos clínicos de los investigadores de la lista I registrados por la DEA”, sostiene el documento oficial en donde el organismo solicita la aprobación federal para elevar la producción de los mencionados psicodélicos. La DEA también pidió un aumento en la producción de ibogaína para 2025, de 150 gramos a 210 gramos, en otro documento separado.