Hace unos días os contamos los beneficios de las píldoras de THC. Ahora os dejamos unos consejos sobre cómo hacerlas paso a paso.
La manera más sencilla de hacer cápsulas de THC es mezclar aceite vegetal con la flor del cannabis muy molida. Sin embargo esta forma de hacer píldoras reduce la potencia del THC. Os dejamos otra fórmula.
La mejor forma para hacer tus píldoras de cannabis es extraer tu cannabis en una base de aceite. Antes de comenzar tienes que tener cerca cannabis (escoge tú la variedad) y aceite vegetal. Vale cualquier aceite pero se recomiendan aquellos con cadena de triglicéridos mediano como el aceite de coco.
1 – ¿Qué cannabis?
Vale cualquier variedad, incluso puede ser planta, kief o extracto. Lo que suele sobrar de las podas se puede aprovechar para hacer píldoras. Como suele pasar con estas cosas: cuanto más potente sea lo que elijas más potente será la píldora. Queda en tu mano y en cuál es tu presupuesto. Usa la cabeza con estas cosas, como consejo general.
2 – Descarboxila tu cannabis
Para que las píldoras tengan efecto lo ideal es que el THCA de la planta, que no es psicoactivo, se convierta en THC. A esta técnica se la conoce como decarboxilación (o decarb).
La manera más sencilla de decarboxilación consiste en calentar la marihuana hasta que el THCA se convierta en THC. Os recomendamos que busquéis información al respecto.
3 – Prepara el cannabis
Ahora toca convertir el cannabis en aceite. Aquí se extrae el THC y otros cannabinoides así como los terpenos y flavonoides que pudieran estar presentes. Ojo con la dosis porque según si usas planta, kief o extracto pueden ser muy potentes. No querrás efectos indeseados.
Una vez lo tengas hecho comprueba su potencia de una manera sencilla: sigue este consejo.
4 – Rellena las cápsulas
Utiliza una jeringuilla o un goteo para llenar una de las dos partes de la cápsula. Una vez hecho esto puede meter las cápsulas un rato en el congelador para que se solidifique el aceite y así que sea más sencillo poder tapar la cápsula con la otra parte de la misma sin que se pierda contenido.
Cuando las tengas preparadas mejor déjalas en en el refrigerador para que se conserven mejor.
Y una vez terminado uno puede disfrutar de la píldora.