Un juez militar ha condenado a una soldado que había sido acusada de drogar a sus compañeros con pasteles de cannabis durante un entrenamiento con armas de fuego. La mujer ha sido declarada culpable de poner cannabis en varios pasteles cuando estuvo como responsable de la cantina de un campamento de entrenamiento militar en 2018. Se trata del primer caso canadiense de condena militar por administrar cannabis sin consentimiento.
La jueza Sandra Sukstorf ha condenado a la soldado Cogswell por ocho cargos relacionados con la administración de una sustancia nociva y por un cargo de comportamiento indecoroso. Según ha publicado The Guardian, la jueza calificó el comportamiento de Cogswell como “sorprendentemente inaceptable” y afirmó que sus acciones podrían haber resultado en la muerte de sus colegas.
La intoxicación se produjo cuando la soldado trabajó durante varias semanas en la cantina de una base militar de Gagetown, New Brunswick, en julio de 2018. La soldado reconoció haber preparado los pasteles para los compañeros pero negó que les hubiera añadido cannabis. Sin embargo, durante el juicio, el tribunal militar escuchó que cinco soldados dieron positivo en THC y que se detectó THC en una de las envolturas de los pasteles.
Las declaraciones durante el juicio incluyeron el relato de varios comportamientos erráticos por parte de los soldados afectados, incluyendo una mala colocación de los fusibles de sincronización de los explosivos, una mala carga de un arma, un camión a punto de chocar, el caso de un soldado que caminó frente a un obús y varias carcajadas. La soldado recibirá su sentencia el próximo noviembre, pudiendo llegar a ser condenada hasta con cinco años de prisión y “despido con vergüenza” del ejército.