El Dr. Raphael Mecholaum, padre de las investigaciones de THC y CBD, crea una variedad sintética de estos cannabinoides que abre las puertas a nuevos descubrimientos para la marihuana medicinal.
Para el que no lo sepa, el Dr. Mecholaum fue el descubridor del CBD, el THC y otros cannabinoides durante los años 60. En la actualidad sigue trabajando con el cannabis en Jerusalén, su patria natal. En los años 80 fue pionero en los trabajos del efecto del CDB sobre la epilepsia, uno de los tratamientos más exitosos con cannabis que hasta el momento se ha podido probar.
Esta semana ha anunciado que su equipo ha descubierto una manera estable de producir ácidos de cannabis sintético. Mecholaum trabaja en su propia startup, EPM, y colabora en esta investigación con 6 universidades de Israel, Reino Unido, Canadá y dos corporaciones médicas.
Para que no haya confusión, estos ácidos sintéticos no son los cannabinoides sintéticos (la “falsa marihuana”) como el k2 o el spice. Lo que ha logrado el trabajo del EPM es sintetizar ácidos de THC y CBD, lo que se conoce THC-A y CBD-A. Estos dos ácidos se encuentran en la planta pero son altamente inestables. De manera natural el CBD-A es cien veces más potente que el CBD puro cuando se une con los receptores de serotonina, que alivia la náusea y la ansiedad. Según Mecholaum su cannabidiolic acid methyl ester es capaz de replicar este efecto.
Es una molécula sin efectos secundarios, asegura Mecholaum, y pretenden que puedan fabricarse diferentes medicamentos basados en este ácido. “Funciona como un esteroide”, comenta Dan Peer, director del Centro de Investigación de Biología para el Cáncer.
Debe demostrarse aún que estos ácidos, más allá de las puertas del EPM, no producen efectos adversos en humanos. Hasta entonces, estaremos a la espera de nuevas noticias.