Una reciente investigación científica realizada por la Universidad McGill, en Canadá, y la Universidad de Michigian, en EEUU, ha concluido que el cultivo de cannabis realizado en el aire libre puede reducir notablemente el impacto ambiental, en comparación con las producciones de interior. Se han detectado disminuciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, la acidificación del suelo y la contaminación de los cursos de agua.
“Los resultados muestran que la agricultura de cannabis al aire libre puede emitir 50 veces menos carbono que la producción en interiores”, afirma el estudio, publicado en la revista científica Agricultural Science and Technology. “La difusión de este conocimiento es de suma importancia para productores, consumidores y funcionarios gubernamentales en los países que han legalizado o legalizarán la producción de cannabis”, aseguraron los investigadores.
El estudio implicó una evaluación del ciclo de vida (ECV) de los impactos ambientales de un cultivo industrial de cannabis ubicado en Quebec, en Canadá, durante tres temporadas de crecimiento, en donde se hizo un seguimiento de los insumos utilizados en las plantas y la maquinaria que se implementaba en la granja. “Se utilizó la ECV para cuantificar los impactos ambientales de los cinco indicadores: GWP (potencial de calentamiento global), potencial de eutrofización marina y de agua dulce (MFEP), acidificación terrestre (TA), agotamiento de combustibles fósiles (FD) y agotamiento de recursos metálicos (MD).
“Este estudio coincide con otros que muestran cómo la carga ambiental de la producción al aire libre en macetas o canteros elevados se ve impulsada por el sustrato para macetas. Permitir la reutilización del sustrato para macetas en el lugar en lugar de adquirir sustrato para macetas nuevo en cada ciclo de crecimiento puede reducir estos impactos”, concluyeron los investigadores.