El cannabinoide más conocido en todo el mundo es el THC, el delta-9-tetrahidrocannabinol o Delta-9-THC, y es al que se le atribuyen la mayoría de los efectos psicoactivos de la planta del cannabis. También es el único cannabinoide que está fiscalizado a nivel internacional. Pero hay muchos más cannabinoides, más de 100, la mayoría de los cuales se conocen muy poco. En las últimas semanas varios medios estadounidenses han hablado de un cannabinoide poco conocido y muy similar al Delta-9-THC: el Delta-8-THC.
El Delta-8-THC es un cannabinoide que está presente de forma natural en la planta del cannabis en concentraciones muy pequeñas. La estructura química del Delta-8-THC es prácticamente idéntica a la del Delta-9-THC (el conocido THC), y solo se diferencian por una forma de enlace diferente entre dos átomos de la molécula. Los efectos del Delta-8-THC no han sido investigados, por lo que por el momento sólo tenemos las referencias de personas que lo han probado y que hablan de “marihuana light” o de propiedades de “alivio del dolor con menos psicoactividad”, según explicó a The New York Times David Downs, editor de contenido senior de Leafly.com.
Las noticias sobre este desconocido cannabinoide han empezado a aparecer en grandes medios porque algunos empresarios de EE UU se han puesto a venderlo aprovechando que no está ilegalizado. La Ley Agrícola del país permite el cultivo de cáñamo industrial y estos empresarios se están escudando en esta legislación. No obstante, según The New York Times, los empresarios rocían los cogollos de cáñamo con Delta-8-THC sintético en lugar de extraerlo de la planta, una práctica que podría ser considerada una violación de la ley. Actualmente hay casos en los tribunales que podrían llevar a la prohibición del Delta-8-THC y otras formas de THC.
Según algunos expertos en la industria del cannabis consultados por el New York Times, las ventas de Delta 8 se han disparado y algunas empresas están produciendo desde cigarrillos pre-liados hasta gominolas con este cannabinoide. La prohibición de uso de la planta del cannabis motiva la síntesis y la comercialización de cannabinoides no fiscalizados, de efectos poco conocidos, que se mueven en un vacío legal.