El fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance (en la imagen), ha retirado de los archivos judiciales más de 3000 órdenes pendientes, que permanecían abiertas, e incluían presuntos delitos de posesión y consumo de marihuana, y que en algunos casos se remontaban a 1978.
Vance defendió su acción, afirmando que serviría a la justicia y ayudaría a disminuir las disparidades raciales que abruman los procesos iniciados por causa de la marihuana.
“Al eliminar estas órdenes –en su gran mayoría de 1978–, estamos evitando interacciones futuras innecesarias con el sistema de justicia penal, y eliminando todas las consecuencias colaterales, como perder un empleo, asistencia escolar, solicitudes de vivienda y estatus migratorio”, dijo el fiscal de distrito en la corte de Manhattan.
En total, Vance solicitó al tribunal que cerrara 3042 órdenes de arresto, argumentando, además, que su oficina desestimaría esos casos si se presentaran hoy.
La decisión del fiscal se aplica a los casos de delitos menores y casos en los que se emitió una orden porque el acusado no compareció ante el tribunal.
No se aplica a procesos en el que un acusado haya sido condenado, ni a cargos más graves como la venta de marihuana. “Cuando observamos el conjunto de personas acusadas de delitos relacionados con la marihuana en 2017, por ejemplo, vemos que de los 5000 casos que procesamos solo 200 fueron condenadas por un delito grave”, dijo el fiscal. “Por lo tanto, se ve claramente que no es un grupo de personas con historiales de violencia”, concluyó.