Las políticas progresistas respecto de la marihuana son el pan de cada día en la ciudad de Nueva York. En esta ocasión han sido los fiscales de los cinematográficos distritos de Manhattan y Brooklyn quienes han anunciado que, con razonadas excepciones, ya no procesarán los delitos de posesión y consumo de marihuana de menor importancia a partir del 1 de agosto de 2018.
El fiscal general de Manhattan, Cyrus Vance Jr. (en la foto), y el fiscal general de Brooklyn, Eric González, dijeron que la medida se tomó en un intento por poner fin a la desigualdad en el sistema de justicia. Todo viene como consecuencia de un análisis reciente del diario New York Times que arrojó una escandalosa conclusión: en la ciudad de Nueva York, durante los últimos tres años, las personas negras fueron arrestadas por delitos menores relacionados con el cannabis ocho veces más que los blancos. En Manhattan los negros fueron arrestados por marihuana 15 veces más. Obviamente, esa exagerada diferencia en las detenciones no se corresponde con una diferencia real en el consumo de los distintos grupos. “La doble misión de la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan es hacer una ciudad de Nueva York más segura, y un sistema de justicia más equitativo”, dijo Vance en un comunicado de prensa. “El arresto y el enjuiciamiento criminal de neoyorquinos predominantemente negros o hispanos por fumar marihuana no cumple ninguno de estos objetivos”.