Hace un año la Agencia Nacional Antidrogas de Nigeria (NDLEA) advirtió de que uno de cada tres jóvenes nigerianos era adicto al Tramadol. Hace unos meses esta información apareció en el último Informe Mundial sobre Drogas de la ONU, que alertaba del consumo en una amplia variedad de países africanos. “El mercado de Tramadol se ha extendido rápidamente por África Occidental y Central, y también por Oriente Medio”, decía el informe.
El Tramadol es un medicamento opioide indicado para casos de dolor moderado e intenso. Según el testimonio de los propios usuarios en países como Egipto o Togo el Tramadol se consume no para paliar el dolor, sino para aguantar las largas y duras jornadas de trabajo, y combatir el cansancio. Pero no está claro que lo que se está consumiendo mayoritariamente en estos países bajo el nombre de Tramadol contenga efectivamente Tramadol de fabricación farmacéutica.
Maria-Goretti Loglo, consultora sobre África que trabaja para el Consorcio Internacional de Políticas de Drogas (IDPC), realizó un estudio en profundidad sobre el uso de Tramadol en África Occidental. “Estábamos escuchando historias sobre personas que tomaban una pastilla e inmediatamente tenían convulsiones, y eso no se ajusta al perfil químico de Tramadol “, explicó Maria-Goretti en Vice. “Así que enviamos muestras al laboratorio y descubrimos que ninguna de las muestras era en realidad Tramadol de grado médico. Muchas pastillas eran mucho más fuertes que la dosis médica recomendada, lo cual es muy peligroso por sí solo, mientras que en otros casos solo había un 10 por ciento de Tramadol real, y el resto era una mezcla de otros químicos e impurezas”.