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El mareante progreso del cannabis. Editorial #262

Aunque se puede plantar tabaco en casa para consumo propio, poca gente lo hace. Todo lo que se consume es manufacturado por las grandes compañías tabaqueras que añaden alguno de los más de 600 compuestos posibles para hacer más adictivo su uso. Un consumidor de cigarrillos se “marearía” demasiado si fumara tabaco de su huerto. No sería de extrañar que de aquí a solo unos años los consumidores de la flor de cannabis sean vistos como seres raros. Tal como se están desarrollando los acontecimientos, parece que nuestra planta amiga seguirá el mismo camino que el tabaco.

El tabaco es una planta poderosa que aún está presente entre los chamanes, curanderos y adivinos de las diversas culturas amerindias, aunque hace más de dos siglos que dejó de usarse mayoritariamente para sus fines rituales. Los cigarrillos que se consumen hoy poco tienen que ver con ello. Aunque se puede plantar tabaco en casa para el propio consumo, poca gente lo hace. Todo lo que se consume es manufacturado por las grandes compañías tabaqueras que añaden alguno de los más de 600 compuestos posibles para hacer más adictivo su uso. Un consumidor de cigarrillos se “marearía” demasiado si se fumara tabaco de su huerto.

No sería de extrañar que de aquí a solo unos años los consumidores de la flor de cannabis sean vistos como seres raros. Tal como se están desarrollando los acontecimientos, parece que nuestra planta amiga seguirá el mismo camino que el tabaco. Con la llegada de la legalidad pasará, como está sucediendo en Canadá y los estados americanos donde se ha regulado, que los cigarrillos electrónicos para el consumo de extractos de cannabinoides coparán rápidamente todo el mercado. Los consumidores de THC o CBD prefieren la comodidad y no “dar el cante” como cuando uno se fuma un porro. Las licencias de producción se están otorgando a grandes compañías que destinarán toda su producción a la fabricación de extractos y estos se enriquecerán primero con terpenos, por aquello del aroma, y después… ya veremos. Unos extractos que se consumen con estos cigarrillos electrónicos que, aunque reducen en parte la toxicidad y los riesgos que genera la combustión en un cigarrillo, la vía de administración más común hasta ahora, no quedan exentos de riesgos como están demostrando las nuevas evidencias de muertes causadas por enfermedad pulmonar provocadas por el uso de estos dispositivos. Parece ser entonces que también llegará el día en que un consumidor de extracto se “maree” demasiado si fuma marihuana de su huerto.

Mientras especulamos sobre el futuro próximo, nuevos países se apuntan a la legalización del cannabis. Luxemburgo ha confirmado sus planes de ser el primer país europeo que legaliza su producción y consumo, y ya ha pedido a sus vecinos de la UE que flexibilicen sus leyes sobre drogas.

Por lo que respecta a nuestro país, es decepcionante que, entre las 370 medidas a tomar por un llamado “gobierno progresista” bajo la batuta de PSOE, no haya ninguna propuesta de regular un mercado que de hecho ya existe, ni una sola mención que abra el debate sobre el uso del cannabis (no se vayan a marear sus señorías), un debate que lleva años en la calle y que ha estado presente en parlamentos autonómicos y en ayuntamientos. ¡Vaya gobierno de progreso! Luego querrán que lo apoyemos en las urnas.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #262

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