Estos días el Parlamento de Portugal debate un par de proyectos de ley destinados a extender la despenalización de las drogas aprobada en el año 2000 para que también incluya a las sustancias psicoactivas que han aparecido en los últimos años. Los proyectos, presentados por el Partido Socialista y el Partido Social Demócrata, también proponen flexibilizar los límites que establece la ley actual para diferenciar entre un traficante y un consumidor, todo con la intención de evitar que los usuarios de drogas sean castigados por su consumo.
Según la legislación vigente, en Portugal una persona puede tener legalmente en su posesión hasta diez veces la cantidad de una dosis estándar de droga, pero a partir de esa cantidad ya se considera tráfico de drogas. Los proyectos de ley proponen que la cantidad de droga sea tan sólo un “indicio” y no un criterio inequívoco que sirva para emitir una condena automáticamente, de modo que sean los jueces quienes evalúen en cada caso si una persona es un traficante o sólo un consumidor.
“Si alguien es sorprendido con 15 dosis, porque vive en el interior del país y va a un centro urbano a comprar la droga más barata para su consumo propio, no puede ser automáticamente tratado como un criminal y condenado a una pena”, dijo la diputada socialista Cláudia Santos, según cita La Vanguardia. Ambos proyectos fueron aprobados la semana pasada en la Asamblea de la República y previsiblemente enfrentarán su votación definitiva la próxima semana y, si se aprueban, serán remitidos al Presidente de la República.