El pueblo que apesta a marihuana
El cultivo de marihuana ha crecido tanto en Carpintería (California) que sus habitantes se quejan del pestazo a marihuana que se ha quedado en el pueblo.
El cultivo de marihuana ha crecido tanto en Carpintería (California) que sus habitantes se quejan del pestazo a marihuana que se ha quedado en el pueblo.
Situado cerca de la capital, Carpinteria es el típico pueblo de la costa de California donde llueve cuando tiene que llover, no hace mucho calor pero tampoco frío, las playas están impolutas y la gente se comporta como si viviese en el Paraíso. Hasta que llegó el cannabis.
Como si se tratase de una película de terror de serie B, parece que los cultivos de cannabis que se han colocado a los pies de las colinas que rodean el pueblo están estropeando el sabor del Paraíso. ¿Exageran? Seguramente, pero veamos.
Tan fuerte es el olor, aseguran los ciudadanos de Carpinteria, que tienen que encender incienso en los porches de sus casas para que este no entre (como si fuese un remedio medieval contra la peste) o colocar burletes en las puertas. Cerrar la ventana no les agrada porque impide que llegue la brisa del mar.
“No queremos que haya olor a marihuana”, dijo Xave Saragosa, de 73 años, retirado como segundo del sheriff que nació y se crió en la ciudad y vive cerca de un invernadero donde se cultiva marihuana. “Queremos aire puro”.
No sabemos si el olor es tan fuerte para llegar a estos extremos pero sí que es cierto que la zona de Santa Bárbara, donde está Carpintería, es el lugar del estado donde más licencias para cultivo se dieron. Alrededor de 800 de las cuales dos tercios se sitúan allí y en Lampoc que está cerca de Carpintería.
Tal vez los pueblerinos sean un poco exagerados porque la mayor parte de estas licencias son para invernaderos. El cultivo de interior, como todo cultivo, general olores pero ¿tan masivos? A lo mejor están dejando entrever cierto prejuicio.
Estos invernaderos se utilizaban para el cultivo de flores y muchos tuvieron que cerrar porque el negocio se lo estaban llevando desde Sudamérica. Así que la mayoría se pasó al negocio del cannabis.
“Literalmente ya no tenemos producción de claveles en los Estados Unidos porque América del Sur los cultiva a un costo muy barato”, dice Kasey Cronquist, presidente de la Comisión de Flores de Corte de California. “Los agricultores tuvieron que cambiar de cultivo y eso es lo que vemos a través del tiempo: se han pasado a cultivos que son más valiosos o más difíciles de transportar para Ecuador o Colombia”. En otras palabras, se han pasado a la marihuana.
Los habitantes temen una cosa sobre el olor: que reduzca el precio de las propiedades. ¡Ah! Esto ya se va aclarando. Pese a que las empresas allí situadas han tomado medidas (se les obliga a ello, además) para reducir el olor las quejas continúan. ¿No será que lo que les preocupa es que se asiente el prejuicio de que Carpintería es el pueblo de los porretas y el precio de las casas se desplome?
Fuente: Denver Post