Con la legalización del cannabis en Estados Unidos cada vez son más frecuentes las bodas en las que además de vino, canapés y puros hay porros de marihuana. En los estados en los que se ha legalizado el uso recreativo existen empresas de catering y bodas que ofrecen un surtido de productos cannábicos variados para tener a los invitados fumetas contentos. Hay quienes hasta incluyen el cannabis en el menú, con alguna comida psicoactiva para quienes quieran un bocado con colocón posterior. Y luego están los que, a traición, lo meten en el menú sin avisar a nadie.
Este último fue el caso ocurrido en una boda en Orlando, Florida, donde más de 30 invitados acabaron colocados por marihuana sin saberlo después de ingerir el menú nupcial. Lo que empezó siendo una boda tradicional, con el sol brillando y los novios partiendo la enorme tarta, acabó por la noche con policías y ambulancias socorriendo a los invitados que sufrían mareos, náuseas, taquicardias y malestar como consecuencia de una ingesta no autorizada de cannabis.
Según el canal de televisión NBC, varios de los invitados empezaron a sentirse mal después de acabar de comer. Algunos de ellos identificaron su estado como el de un colocón por drogas y decidieron llamar a la policía. Cuando la policía llegó interrogó a los asistentes, incluidos los novios y las personas del catering, mientras los servicios sanitarios de emergencias atendían a las personas que se sentían enfermas. También se recogieron muestras del menú, y tras un análisis mostraron que algunas partes contenían THC.
La novia y el novio negaron haber puesto o autorizado la adición de cannabis a la comida, pero tras interrogar a los asistentes y a los proveedores de comida la policía acabó arrestando a la novia y a la cocinera del catering como presuntas autoras de la intoxicación. En el informe policial se incluye la reacción sospechosa de la novia cuando se le preguntó si autorizó que se añadiera cannabis a la comida, algo que también puede verse en el vídeo de la cámara que lleva el agente en su uniforme. Las detenidas se enfrentan a delitos que podrían costarles varios años de cárcel y serán juzgadas el próximo 30 de junio.