Se suele citar a la península itálica como uno de los lugares donde la economía basada en el cáñamo (entre otros bienes) fue uno de los motores que impulsaron su estatus en Europa. Las actuales leyes de Italia están volviendo a colocar a la península en la vanguardia del cannabis.

Italia, desde los principados a su unificación, ha cultivado cáñamo a nivel industrial para la fabricación de cuerdas o ropa. Es durante el siglo XX cuando la prohibición y la invención de las telas sintéticas las que dieron al traste con esta forma de explotación comercial del cáñamo. Hemos tenido que esperar hasta el siglo XXI para que Italia vuelva a aparecer en los mapas sobre los países relevantes de la cultura cannabica.

Gracias a las leyes implantadas en 2007 donde se legalizaba el uso medicinal del cannabis (así como el cultivo destinado a este uso) el panorama italiano ha cambiado. Es cierto que el asunto de la medicinal no acaba de cuajar debido a que durante estos diez años los médicos no han estado muy por la labor de recetar cannabis. Ya sea porque no está muy claro sobre qué enfermedades es efectivo, qué cantidades o si hay un sobre uso del cannabis, las autoridades médicas han preferido pasar del asunto y no meterse en líos. Esto, afortunadamente, da la impresión de que está cambiando.

Un reportaje de National Geographic muestra como muchos granjeros del sur de Italia han regresado al cultivo lejos de las ciudades porque en estos momentos resulta económicamente viable cultivar cannabis. Incluso aunque los beneficios no sean excesivos, se puede llevar una vida digna sin tener que preocuparse por buscar un trabajo mejor pagado.

Los militares también andan con el cannabis: se les ha contratado para que hagan testeos de la calidad del cannabis, de tal modo que los doctores que tantas pegas ponen a recetarlo puedan hacerlo sin problema.

Por otra parte el número de licencias para cultivar desde que se permite ha crecido exponencialmente. El gobierno está dando salida a las peticiones porque los granjeros de cáñamo advierten de que no dan abasto.

Para acabar de ponerse a la vanguardia de la producción, la región de Taranto al sur de la península está utilizando cultivos con una variedad modificada de cannabis que puede descontaminar el suelo polucionado. Biotecnología al servicio de la ecología.

Italia a la cabeza de la innovación.