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Tilray expande su presencia en Italia con cannabis medicinal

La filial italiana de esta empresa cannábica obtuvo la autorización del Ministerio de Salud para importar y distribuir flores de cannabis terapéutico producidas en Portugal.

La multinacional Tilray Medical, a través de su subsidiaria FL Group, ha recibido luz verde del Ministerio de Salud italiano para comercializar tres nuevas variedades de flores de cannabis con fines terapéuticos. Los productos, cultivados en las instalaciones de Tilray en Cantanhede (Portugal) bajo estrictos estándares EU-GMP, estarán disponibles en farmacias de toda Italia a partir de este mes y se espera que atiendan a un sector cada vez más amplio de personas usuarias con necesidades médicas específicas.

Los preparados aprobados incluyen tres proporciones distintas de THC y CBD: Cannabis Flowers 25%, Cannabis Flowers 18% y una variedad equilibrada con 9% THC y 9% CBD. Esta diversificación pretende atender las distintas necesidades de los pacientes, desde quienes requieren un alto contenido de THC para tratar dolores crónicos severos hasta aquellos que buscan un efecto más equilibrado para cuadros de ansiedad o epilepsia refractaria, según indicó Denise Faltischek, directora de estrategia y responsable internacional de Tilray Brands. La ejecutiva también subrayó el compromiso de la empresa con la calidad y la consistencia de sus productos como una contribución al bienestar de las comunidades locales.

Sin embargo, y pese a lo que sugiere el comunicado de prensa de la empresa, Tilray no es la primera empresa en proveer cannabis medicinal a Italia. Desde hace años, el país importa cannabis terapéutico de países como los Países Bajos y también produce pequeñas cantidades a través del Instituto Farmacéutico Militar de Florencia, cuya producción ha sido insuficiente para cubrir la demanda creciente.

Es importante destacar que en Italia se regula el cannabis terapéutico desde 2013, aunque con limitaciones en producción local y acceso desigual según las regiones, lo que ha provocado que numerosas asociaciones de pacientes denuncien problemas de abastecimiento y elevados tiempos de espera. 

La incorporación de nuevos actores internacionales podría aliviar la presión sobre el suministro, pero también plantea preguntas sobre la dependencia de importaciones en un contexto marcado por debates sobre soberanía farmacéutica, autonomía en la producción nacional y la necesidad de políticas públicas que garanticen un acceso equitativo a tratamientos basados en cannabis.

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