Austin es la capital del estado de Texas y tiene un millón de habitantes. No tiene playa ni montaña, pero posee una población universitaria que puede explicar en parte la libertad que se respira en esta ciudad. Austin tiene su propia cultura y es conocida como una ciudad tolerante que atrae a una gran variedad de personas: empresarios tecnológicos, artesanos, entusiastas de la naturaleza, profesionales de la salud alternativa y muchos otros. Es progre, hip, eco verde y alberga uno de los festivales más importantes en el mundo, el SXSW, que recibe miles de asistentes en sus conciertos, conferencias, talleres y fiestas, que suceden por toda la ciudad. Este año se llevará a cabo a principios de marzo. De ahí el sobrenombre de la Capital de la Música en Vivo.
Texas o Tejas es un estado conocido por su conservadurismo de cuello rojo, lleno de rancheros racistas que no pueden soportar la cantidad de hispanos que ya habitan el estado, que en algún momento fue parte de México y en otro un país independiente y que, según pensadores modernos como el economista húngaro/suizo Zoltan Pozsar, el expresidente ruso Dimitri Medvedev y el escritor Joel Garneau, volverá a ser parte de México por lo menos en forma de una nación anexada.
Max Pacheco, ávido consumidor tanto de yerba vaciladora como de música avant garde, nos describe Austin: “Lo que notará sobre Austin que es diferente de las otras urbes es que no tiene esas junglas de concreto que hay en otras ciudades de Texas, como Houston, Dallas y San Antonio. Aquí hay una gran cantidad de parques y reservas naturales ubicadas cerca del centro de la ciudad. Austin atrae a cualquier entusiasta de las actividades al aire libre con naturaleza urbana, como Barton Creek Greenbelt y la mejor escena marihuanesca del estado”.
Con una longitud de 7,9 millas y hermosos senderos y lugares para nadar en el camino, el Cinturón Verde es considerado uno de los mejores senderos para caminatas y para fumar un canuto en Texas. El Parque Metropolitano Zilker (350 acres) está a solo cinco kilómetros del centro.
En Texas, la posesión de hasta dos onzas de marihuana es un delito menor de Clase B, que puede ser castigado con hasta ciento ochenta días de cárcel y una multa de dos mil dólares. La ciudad de Austin se rebeló y preguntó al electorado si querían que esta situación cambiara para ser un oasis. La Proposición A cuestionó si querían que los maderos dejaran de molestar a la peña por cantidades pequeñas de cannabis y dejaran de entrar a casas sin avisar. El voto afirmativo enmienda el código de la ciudad para agregar una nueva sección que prohíba a la policía de Austin emitir citaciones o realizar arrestos por delitos menores de posesión de marihuana y prohibir el uso de órdenes de arresto sin tocar a la puerta, es decir, que los polis ya no pueden entrar sin permiso a las casas a arrestar a alguien, lo cual ha resultado en muertes de inocentes por malentendidos e ignorancia de la fuerza policial.
“¿Qué es una orden de arresto sin tocar o no knock? Es cuando la policía obtiene una orden para entrar en la casa de alguien sin identificarse de antemano. Esta táctica ha resultado en muchas tragedias, incluso en Austin, y es peligrosa para los residentes, policías y transeúntes”, refirió en un comunicado Ground Game Texas, la asociación responsable de la Proposición A, una organización progresiva que tienen varias causas como mejorar el sistema de salud con el Medicaid, aumentar el salario mínimo en Texas a por lo menos quince dólares la hora y, por supuesto, legalizar la marihuana.
“¿Por qué despenalizar la marihuana? En los últimos años, la policía de Austin emitió miles de citaciones y realizó cientos de arrestos por posesión de marihuana. Estos se dirigieron desproporcionadamente a miembros de la comunidad negra e hispana. Entonces, queremos promover la justicia y evitar el desperdicio de dólares de los impuestos; queremos redirigir los recursos hacia soluciones reales de seguridad pública”, continuaron en el comunicado.
La Proposición pasó fácilmente con un ochenta y cinco de apoyo o, lo que es lo mismo, cincuenta y seis mil votos a favor y solo nueve mil en contra.
Esta organización también se movilizó para recoger firmas y someter a votación el tema de los arrestos por posesión de cannabis en varias ciudades del estado de la Estrella Solitaria y se apuntaron varias victorias. Las ciudades de San Marcos, Denton, Elgin, Killeen y Harker Heights aprobaron propuestas que ponen fin a los arrestos por posesión de menos de cuatro onzas de marihuana.
Texas aún es un estado rojo. La reconquista por medios pacíficos sigue adelante y es solo cuestión de tiempo para que estas estrategias municipales cambien el panorama del estado. La lucha continúa.