Y finalmente el stock de cannabis medicinal se agotó. Según el medio local WDRB, el primer dispensario medicinal de Kentucky vendió todo su inventario durante su primera semana de operación y tuvo que parar sus ventas tras quedarse sin marihuana. El dueño, Trip Hoffman, dijo que esperan reabrir a mediados de enero, una vez que llegue nuevo abastecimiento desde cultivadores con licencia.
The Post Dispensary in Beaver Dam is officially open as of today, selling safe medical cannabis to eligible Kentuckians! It took other states up to six years to get up and running, but we did it in two while still ensuring a safe, legal process. pic.twitter.com/JbezIsCiGZ
— Governor Andy Beshear (@GovAndyBeshear) December 13, 2025
El entusiasmo alrededor de un solo local revela la magnitud de la espera. Kentucky autorizó el cannabis medicinal mediante la ley SB 47, firmada por Beshear el 31 de marzo de 2023, y fijó el inicio del programa para el 1 de enero de 2025. Desde entonces, el estado afinó reglamentos, registros profesionales y licencias, mientras el acceso real dependía de cosecha, pruebas de laboratorio y cadenas de abastecimiento.
Beshear destacó que el dispensario es un canal regulado para personas con condiciones graves, incluido el dolor crónico. Pacientes que viajaron desde otros puntos de Kentucky para intentar sustituir o reducir analgésicos opioides, según reportaron algunos medios locales, demostrando que, en este acos, el cannabis deja de ser un debate en abstracto y se vuelve una herramienta concreta, con reglas, controles y un mostrador al que acudir quienes lo necesitan.
Sin embargo, la apertura del primer dispensario llegó con fragilidad logística, ya que rápidamente se agotó el stock de cannabis medicinal disponible y la prensa describió el evento como una apertura comercial incipiente dentro de un mercado que todavía le queda por asentarse. La expectativa oficial es que más dispensarios comiencen a operar a medida que se consolide la producción y aumente la oferta probada. Por su parte, los pacientes, la legalidad la medirán no tanto por el anuncio y más por su continuidad.
Que el programa debute con escasez no es un detalle menor porque termina exponiendo la distancia entre la norma y la vida diaria. La regulación promete trazabilidad, pero la confianza pública se construirá con precios razonables, stock estable y acceso territorial, no solo con permisos. Si Kentucky logra sostener la oferta, el cannabis medicinal podrá competir con el mercado informal y, en algunos casos, con los opioides.