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Barbados inaugura su primer dispensario de cannabis terapéutico

El 14 de junio de 2025, la empresa local Island Therapeutics abrió el primer dispensario autorizado en Barbados, marcando un hito para pacientes y productores nacionales.

La ceremonia de apertura reunió a representantes del Gobierno, del sector sanitario y del ámbito académico. También participaron miembros de la comunidad rastafari, actores que han acompañado la construcción de la política cannábica de la isla.

Durante la inauguración, el copropietario Kevin Hudson, en conversación con Barbados Today celebró el paso de ser consumidores a protagonista de una cadena que “va de la semilla al mostrador” e  insistió en que el dispensario fue diseñado pensando para el bienestar del usuario medicinal.

La directora ejecutiva de la Barbados Medicinal Cannabis Licensing Authority (BMCLA), Shanika Roberts‑Odle, subrayó que el establecimiento opera bajo un marco regulatorio estricto y que cada lote de cannabis “ha sido cultivado con estándares adecuados y sometido a pruebas exhaustivas”. 

También recordó que la ley permite únicamente el uso terapéutico: para acceder, se requiere receta médica y la dispensación debe realizarla personal farmacéutico. “El uso recreativo no está legalizado”, enfatizó, señalando de las sanciones para quienes incumplan las normas.

El dispensario se pone en marcha casi cinco años después de la aprobación de la Medicinal Cannabis Industry Bill (2019), la ley que abrió la puerta al cultivo local y a la creación de una industria nacional. Desde entonces, la BMCLA ha concedido once licencias a diferentes empresas y un total de treinta permisos que abarcan cultivo, fabricación, distribución y otras áreas. Para la autoridad reguladora, la flexibilidad normativa es clave: “La legislación debe evolucionar con la ciencia para no quedarnos rezagados”, señaló Roberts‑Odle.

El modelo barbadense ha buscado integrar a pacientes, profesionales de la salud y comunidades tradicionalmente vinculadas al cannabis, como la rastafari, en un esfuerzo por desterrar décadas de estigmatización. Organizaciones sociales destacan que el comienzo de la venta regulada también abre oportunidades económicas en un contexto de recuperación que apela a la producción local, generación de empleos cualificados y posible atracción de turismo médico.

Sin embargo, especialistas advierten de los retos pendientes como la formación continua del personal sanitario, la accesibilidad económica para pacientes crónicos y la necesidad de campañas de educación pública que diferencien entre uso terapéutico y uso adulto. El éxito del dispensario, apuntan, dependerá de que las autoridades mantengan un enfoque centrado en la reducción de daños y la transparencia de los controles de calidad.

Con su primer dispensario en funcionamiento, Barbados se suma al creciente grupo de países que regulan el cannabis con fines médicos. El hito consolida un giro hacia políticas basadas en evidencia y deja claro que, incluso en geografías pequeñas, la articulación entre ciencia, comunidad y políticas públicas puede transformar narrativas estigmatizantes en oportunidades de salud y desarrollo.

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