Hace unos días informamos de que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) está tratando de fiscalizar cinco nuevas drogas psiquedélicas para prohibir su uso, fabricación, distribución e investigación. Resulta que una de estas cinco sustancias —la DiPT, o N,N-Diisopropiltriptamina—, es un alucinógeno muy singular que únicamente provoca alteraciones auditivas, y no afecta a la vista, al tacto ni al olfato.
La DiPT no es una sustancia especialmente popular entre las masas ni tampoco entre quienes rebuscan en las experiencias psicoactivas. Sus efectos son muy particulares y difíciles de llevar a un terreno recreativo. Sin embargo la DEA se ha empeñado en prohibirlo, y si lo consigue, impedirá que se pueda investigar con facilidad con este singular compuesto. Probablemente la mayor cualidad de esta sustancia es abrir otra vía para estudiar el funcionamiento del cerebro, porque repetimos: es muy raro que una sustancia afecte únicamente a un sentido y no provoque alteraciones en el resto.
El artífice de la DiPT fue Alexander ‘Sasha’ Shulgin, el que probablemente sea el químico más importante de toda la historia de las drogas. Con un laboratorio montado en el sótano de su antigua casa familiar, Shulgin dedicó buena parte de su vida a explorar nuevos compuestos psicoactivos que abrieran las puertas de la mente. El fruto de su trabajo quedó compendiado en dos libros gordos —el PiHKAL y el TiHKAL— escritos junto a su segunda mujer, Ann Shulgin, en los que se recoge tanto la historia personal de ambos como las vías de síntesis de dos centenares de productos.
Así habla Shulgin en las páginas finales del TiHKAL a propósito del DiPT:
“La mayoría de las drogas psicodélicas afectan, principalmente, el sentido de la vista, pero aquí hay una que muestra sus efectos principalmente en el sistema auditivo. Y lo estropea de la manera menos lineal, en el sentido de que no solo hay una simple disminución del tono, que sería como si alguien tuviera el pulgar contra el disco LP y hiciera que todo saliera a una velocidad de texto de 3/4, o a 1/2 velocidad. En su lugar, se pierde la proporcionalidad real, por lo que hay una completa distorsión armónica”.
Para prohibir esta y otras sustancias, la DEA escribió un informe en 2021 afirmando que “no tienen un uso médico conocido en los Estados Unidos y no se comercializan internacionalmente como productos farmacéuticos aprobados”, y que “todos han sido reportados como drogas de abuso en los EE UU por las autoridades policiales e identificados en incautaciones”. Ante la decisión de la DEA, unas 90 personas han presentado alegaciones al proceso de fiscalización siguiendo un procedimiento formal, y una jueza ha concedido una audiencia para considerar los argumentos de los opositores.