Fue en 2016 y supuso un alivio del 80 % de las crisis epilépticas que sufría el hermano. Desde entonces Vier ha estado elaborando su propio aceite de cannabis del que se han beneficiado otras familias que entraron en contacto con la mujer. Pero el pasado septiembre la Policía Federal del país intervino toda su producción y se inició una causa en la Justicia Federal. “Me denunciaron de forma anónima en la Policía Federal diciendo que estamos elaborando estupefacientes y nos incautaron todo el aceite”, explicó Vier al diario El Territorio.
Según contó la afectada al diario son más de 300 las familias que recibían su aceite para tratar dolencias y enfermedades como la epilepsia refractaria, y que ahora se han quedado sin suministro. “Hasta nos secuestraron el teléfono celular con el que nos comunicábamos con los pacientes. Dejamos desprotegidos a todos los pacientes, estoy muy preocupada por los chicos con epilepsia. Las mamás me llaman llorando y a mi hermano también se le está terminando el aceite”, explicó Vier.