El documental Becoming Cary Grant, que se ha estrenado en el festival del Cannes de este año, cuenta la vida del mítico actor de Hollywood desde su infancia hasta que alcanza la fama mundial. Podría ser un documental más del montón pero destaca por dos motivos: por una parte, la vida de Grant la cuenta el propio Grant de viva voz; por otra parte, Grant cuenta cómo el LSD le ayudó con sus problemas personales.

Cary Grant (1904-1986) sufrió una fuerte crisis de identidad cuando su carrera como actor tuvo un meteórico ascenso de la noche a la mañana. Se suele citar estas palabras de Grant sobre su popularidad: “Todo el mundo quiere ser Cary Grant. Incluso yo quiero ser Cary Grant.” Lo irónico de la cita es que Cary Grant se había convertido en un persona que Cary Grant, la persona, no podía ser. 

En 1959 Grant se decidió por una tratamiento con LSD. Por aquel entonces la droga estaba sin regular. Quedan lejos aún la guerra contra las drogas, los Beatles tomando ácido y la moda de la psicodelia. De hecho revista como Look o Vanity Fair alabaron la decisión de Grant que “le había traído la felicidad”. 

El LSD se utilizó entre 1950 y 1965 tanto en EE.UU. como en Europa para tratar algunas condiciones como el alcoholismo, la depresión, la esquizofrenia o el Estrés post traumático –ahora se está volviendo a tratar a los veteranos con microdosis de LSD y parece que funciona. El LSD pretendía haber sido un “suero de la verdad” para la CIA que toma la idea de los científicos nazis, según el Daily Beast. 

Según Grant los 100 viajes de LSD que se pegó le vinieron muy bien para encontrar su yo interior y una paz que buscaba desde hacía años. No todo fue terapia, tampoco hay que engañarse, y en una ocasión Grant cuenta que: “En una ensoñación del LSD me imaginé que era un pene gigante que se lanzaba fuera de la tierra como si fuese una nave espacial.” 

En 1966 el LSD se prohibe en los EE.UU. Ese mismo año Grant se retira de la interpretación.

Según Mark Kidel, director del film, Grant llamó a la revista Good Housekeeping después de una sesión de LSD y les dijo que “todo el mundo debería probarlo. Ha cambiado mi vida”.