El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, ha firmado una ley que permitirá que más personas puedan ser elegidas para formar parte de los programas de marihuana medicinal del estado.
Desde agosto, que será cuando la ley se pueda aplicar, los doctores podrán recomendar el uso de marihuana medicinal a los pacientes que ellos consideren oportuno, evitando las restricciones que habían hasta el momento.
Las votaciones que han llegado a este punto demuestran que la mayor parte de los políticos del estado de Luisiana, que no se ha caracterizado jamás por ser el más aperturista, se han decantado por la opción de reducir las restricciones. En la votación de la Casa de Representantes se votó a favor por 76-16, mientras que el Senado lo hizo en 28-6. Unos resultados aplastantes.
Según una ley de 2015 y cambios adicionales aprobados desde entonces, Luisiana permitió que el cannabis tratara una larga lista de enfermedades y trastornos que incluyen cáncer, trastornos convulsivos, epilepsia, glaucoma, trastorno de estrés postraumático y enfermedad de Parkinson. La nueva legislación amplia esta lista a lo que el doctor considere que son “enfermedades debilitantes”. Además, los doctores ya no deberán estar registrados para recibir autorización para que puedan inscribir a las personas en programas de marihuana medicinal. Esta misma semana otro estado de la unión amplió su programa de marihuana medicinal.
Connecticut metió entre las condiciones que pueden ser tratadas con cannabis al dolor crónico y la enfermedad Ehlers-Danios. Después de unos años funcionando con relativa tranquilidad para los legisladores, parece que comienzan a estar dispuestos a permitir que más personas puedan usar el cannabis como remedio.