Nueva York es uno de los lugares de EEUU donde más está creciendo la industria del cannabis. Semanas atrás se aprobaron más de cien licencias para tiendas de ventas minoristas y también se establecieron las reglas para el autocultivo. Pero a medida que avanza el entramado productivo legal, existen personas que aprovechan la situación para establecer negocios clandestinos. En este contexto, el alcalde de la ciudad homónima, Eric Adams, ha lanzado la “Operación Candado para Proteger”, que tiene el objetivo de cerrar locales ilegales de tabaco y cannabis en los cinco distritos de la Gran Manzana. Pero son tantas las flores incautadas por la policía que ya no tienen lugares para guardarlas.
“Estábamos guardando más marihuana de la que teníamos, así que empezamos a guardarla en diferentes oficinas”, dijo Ingrid Simonovic, presidenta de la Asociación de Ayudantes del Sheriff de Nueva York, en diálogo con el periódico Daily News. De hecho, son tantas las flores que se encuentran almacenadas, tras las incautaciones, los empleados se han quejado por el constante olor a cannabis. “Estaba llegando el punto de que mi ropa olía a marihuana. Olía como si fumara marihuana todo el tiempo. Mi sudor empezó a oler a marihuana”, aseguró uno de los trabajadores. Además, se reportaron “dolores de cabeza muy fuertes” debidos a esta situación, por lo que la Oficina de Seguridad y Salud de los Empleados Públicos llevó a cabo una investigación, aunque aún no han sido reportados los resultados.
El Sheriff de Nueva York, Anthony Miranda, es quien está liderando el operativo de la ciudad para cerrar las tiendas de tabaco y cannabis ilegales. Ya se han clausurado más de 400 tiendas de marihuana, tan solo en el último mes. “La Oficina del Sheriff continuará siguiendo las mejores prácticas en todas sus operaciones mientras trabaja para proteger a los neoyorquinos de clase trabajadora”, dijeron en un comunicado las fuerzas policiales de la Gran Manzana. Por su parte, 27 tiendas minoristas han presentado demandas judiciales contra los cierres porque aseguran que la ofensiva fue inconstitucional.