Los legisladores del estado de Colorado y Nueva York han aprobado en las últimas semanas leyes para prohibir la producción y la venta del cannabinoide Delta-8-THC. Hasta entonces el cannabinoide podía comprarse en varios establecimientos aunque no estuviese regulado. Desde hace pocos años, este cannabinoide psicoactivo estaba generando un mercado gris en EE UU y los reguladores de varios estados están tratando de ponerle fin.

El Delta-8-THC es un cannabinoide que está presente de forma natural en la planta del cannabis en concentraciones muy pequeñas. La estructura química del Delta-8-THC es prácticamente idéntica a la del Delta-9-THC (el conocido THC), y solo se diferencian por la forma de enlace que une dos átomos de la molécula. Los efectos del Delta-8-THC no han sido investigados, por lo que por el momento sólo tenemos las referencias de personas que lo han probado y que hablan de un efecto similar al de la marihuana, pero más suave.

El Delta-8 THC no figura en la Ley de Sustancias Controladas de EE UU, y los productores lo elaboran a partir del CBD. Tras la aprobación de la Ley Agrícola de 2018, que reguló la producción de cáñamo y CBD en todo el territorio federal, muchos empresarios pensaron que el Delta-8 THC estaría legalmente cubierto por extraerse a partir del CBD. Pero al tratarse de una sustancia psicoactiva los legisladores están optando por prohibir su comercialización.

Según la información publicada por Merry Jane, los estados de Utah, Washington y Oregon han promulgado en los últimos meses normativas que restringen tanto la producción como la venta. Ahora, tras la aprobación de leyes similares en Colorado y Nueva York, otros estados también están avanzando en esta dirección y todo apunta a que Michigan y Alabama promulgarán una ley pronto.