En diciembre de 2023, Países Bajos comenzó una prueba piloto para que los coffee shops puedan vender cannabis producido por ellos mismos. La iniciativa arrancó a funcionar en las ciudades de Tilburg y Breda, pero seis meses más tarde se sumaron las jurisdicciones de roningen, Zaanstad, Almere, Arnhem, Nijmegen, Voorne aan Zee, Heerlen y Maastricht. Ahora, la última novedad es que el gobierno anunció que el programa extenderá su fase experimental a otros cuatro años, pero que a partir de abril tan solo podrán comercializar los derivados de la planta que se encuentren aprobados por las autoridades estatales.

“Con una fecha definitiva a la vista, los cultivadores tendrán claro cuándo podrán empezar a producir en su totalidad. De esta manera, la oferta de marihuana y hachís regulados podrá adaptarse aún más a la demanda de los propietarios de los coffee shops”, dijo David van Weel, ministro de Justicia y Seguridad de los Países Bajos, en una conferencia de prensa realizada días atrás. Además, la autoridad del gobierno anunció que, a partir de abril, productores aprobados por el Estado podrán venderles flores, aceites y otros extractos a los coffee shops para que sean comercializados en sus establecimientos. En total, habrá siete proyectos de cultivo autorizados.

La prueba piloto de Países Bajos pretende solucionar “la puerta trasera” de los coffee shops, en la que las tiendas acceden a los derivados de la planta a partir del mercado ilícito. De todos modos, cabe destacar que, si bien estos establecimientos pueden funcionar en determinadas zonas del país, la producción de cannabis aún sigue prohibida. Por lo que esta iniciativa es un experimento social para determinar cómo funcionaría un sistema de ventas regulado. Para ello se conformó un Comité de Orientación y Evaluación independiente que debe realizar informes sobre los impactos en materia de salud pública y seguridad en las diez ciudades en las que se lleva adelante la prueba piloto.