Se acaba el alijo y uno piensa: ¿quedará algo de THC en los tallos? Sí, amigos, hasta ese extremo llegamos. Pero en tiempos revueltos hay que exprimir el cannabis como si nuestra vida dependiera de ello.

Uno puede fumarse los tallos pero estos no tienen un alto contenido de THC y lo más probable es que acabes con un importante dolor de cabeza. ¡Allá, tú, claro! pero te proponemos algunas alternativas razonables.

Té

Uno se puede hacer un té con los tallos sobrantes. El procedimiento es similar a hacerse un té normal y corriente. Pon una tetera con agua a hervir y añade aceite o mantequilla. Le puedes echar algo de tu alcohol favorito pero debes esperar a que el agua bulla, nunca antes. Luego mete los tallos desbrozados y remueve durante diez minutos. De esta manera vas a infundir el líquido. A tomar té.

Infundir bebida

Existen varios métodos para infundir una bebida, pero te dejamos uno más artesanal y underground. Pilla una botella de alcohol fuerte (vodka, por ejemplo) y por cada onza de líquido añade 1.5 gramos de tallos que hayan pasado por un grinder. Mete la botella en un lugar oscuro por tres semanas. De vez en cuando dale un meneo a la botella para que se remueva el líquido. Después está listo para tomar.

Si te gusta que el licor no sea tan fuerte puedes usarlo para crear un cocktail.

Extrae bubble hash

Si la pregunta es, ¿merece la pena gastar tiempo y esfuerzo en hacer bubble hash si no tengo la seguridad de que haya THC en los tallos? Nuestra respuesta es que tendrás que averiguarlo. No, es broma: si te decides a hacer bubble hash vas a aprender cómo estrujarle el THC a los tallos. Aquí os dejamos un tutorial sobre cómo hacerte tú bubble hash.

Cocínalos

Como hemos concluido que los tallos pueden tener THC esto abre un mundo de posibilidades culinarias. Sobre todo, como sabéis, el cannaaceite o la cannamantequilla pueden ser un buen comienzo para practicar con las posibilidades de tallos en la dieta cannábica.