La policía de California está preocupada por cómo detectar a los conductores que conducen bajo los efectos del cannabis. Como la yerba afecta de forma distinta a según quién, la policía está pidiendo voluntarios que fumen cannabis para entrenar a sus agentes.

Por lo general se trata de que los agentes puedan discriminar a simple vista si alguien está bajo los efectos del cannabis. Algo que, primero, está lejos de ser sencillo y segundo, al afectar de forma diferente a cada persona los efectos aparentes son poco seguros como indicadores.

Para tratar de encontrar estos indicadores lo que se hace es invitar a un fumón, se le hacen pruebas estando completamente sobrio. Después se va a un tenderete, se fuma unos canutos y le hacen las mismas pruebas de nuevo.

Un agente asegura que cuando se repiten las pruebas el voluntario “tiene problemas de atención, los ojos no se centran o es incapaz de realizar dos tareas a la vez”. Otros agentes aseguran que son incapaces de notar la diferencia.

El asunto se está convirtiendo en algo relevante para la policía porque según afirman los arrestos por conducir bajo sustancias peligrosas en las que se involucra el cannabis ha superado las del alcohol. No tenemos los datos, pero a todas luces esta declaración parece exagerada y responde al miedo a lo nuevo. Sin embargo, cabe recalcar que sí sabemos que aunque no es tan peligroso conducir después de tomar marihuana como cuando uno va borracho sí que se reducen las capacidades al volante.