La Guardia Civil ha detenido en Orihuela (Alicante) a cinco personas que supuestamente se dedicaban al cultivo de marihuana y a la venta de cannabis y cocaína, entre las cuales hay una agente de la Policía Local. El supuesto cabecilla del grupo ha sido metido en prisión sin fianza, mientras que tres personas han sido puestas en libertad con cargos (incluida la agente de la policía), y un cuarto ha sido puesto en libertad sin cargos.
Según ha informado el diario ABC, a tres de los detenidos se les acusa de un delito de pertenencia a grupo criminal, de un delito contra la salud pública por la venta de drogas y de un tercero por defraudación del fluido eléctrico. A la agente de la Policía Local, a la que se le ha prohibido la salida del territorio nacional, se le imputa un delito contra la salud pública, otro de pertenencia a grupo criminal y un delito de omisión del deber de perseguir delitos.
La investigación policial se inició a raíz de otra investigación concluida en septiembre de 2020, en la que se detuvo a 12 personas acusadas de cultivar marihuana en chalets ocupados de la comarca alicantina de la Vega Baja. La sospecha sobre la implicación de un agente de la policía en la distribución de la droga llevó a iniciar una nueva investigación, en la que se descubrió que el vecino de una agente de la policía se dedicaba al cultivo y venta de cannabis, y que la agente participaba del tráfico de drogas.
La investigación policial ha concluido que la agente de la Policía Local participaba en la distribución de la droga por la comarca, y también usaba la información policial para avisar de posibles controles. El registro del domicilio donde se cultivaba cannabis se cerró con la incautación de 126 plantas de marihuana, 33 gramos de cogollos de marihuana y 20 gramos de cocaína.