La Administración de Portugal ya ha otorgado licencias a 34 empresas para el cultivo, la producción, la transformación, la venta o la distribución de plantas de cannabis para fines medicinales. La Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos Sanitarios (Inframed) había entregado al menos 92 licencias a finales del 2022, la mayoría de las cuales recaen sobre empresas con más de un tipo de licencia.
Según la información de Canna Reporter, Infarmed ha otorgado 20 licencias para el cultivo de cannabis, 10 para la fabricación de preparados y derivados a base de la planta del cannabis, 11 para comerciar al por mayor, 25 para importación y 26 para exportación. Todas estas licencias recaen en 34 únicas empresas repartidas por toda la geografía portuguesa, 11 de las cuales también han conseguido la certificación EU-GMP de Buenas Prácticas de Fabricación, necesaria para la elaboración de productos de grado farmacéutico.
Portugal reguló el cannabis medicinal en 2018 pero durante tres años la única opción de tratamiento cannábico fue el fármaco Sativex. No fue hasta mayo del 2021 que las farmacias portuguesas empezaron a vender cogollos de cannabis medicinal para los pacientes que cuentan con una receta. Según los medios portugueses, los cogollos se empezaron a comercializar en bolsas de 15 gramos a un precio de 150 euros.