Desde el viernes 8 de febrero de 2019 el cannabis medicinal es legal en Portugal. Comienza ahora el proceso para que se pueda producir, distribuir y vender en farmacias.

En asuntos relacionados con la legalización Portugal siempre acaba adelantando a España cuando menos se lo espera. A principios de milenio decidió despenalizar todas las drogas, un paso muy valiente para un país que en ese momento se decía que estaba sufriendo una epidemia de sobredosis, y ahora decide legalizar el cannabis para uso terapéutico.

Esta ley fue aprobada en junio, como ya os contamos, pero no ha sido hasta ahora que se dieron las circunstancias parlamentarias precisas para que entrara en funcionamiento.

Desde este viernes ya están claras las normas tanto para eventuales consumidores como para las empresas que decidan comercializar estos productos, siempre previa autorización de la Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos de Salud (Infarmed).

Es la Infarmed la encargada de supervisar todo el proceso de la legalización del cannabis, "desde el cultivo de la planta a su preparación y distribución", subrayan, para "garantizar que los productos son producidos de acuerdo con todas las buenas prácticas y requisitos aplicables" por la ley. Además, el acceso a la planta queda restringido "a casos en los que los tratamientos convencionales no produjeron los efectos esperados o provocaron efectos adversos relevantes".

Como es habitual en los casos de legalización el acceso al cannabis medicinal será posible solo si un médico autorizado receta la planta para su consumo.