El pasado 22 de julio el Estado de Singapur ejecutó a un hombre de 64 años que en 2017 fue condenado por posesión de 33 gramos de heroína destinadas al tráfico de drogas. Fue la quinta persona ejecutada por una condena a pena de muerte en tan solo cuatro meses, todas ellas por delitos de drogas. Esta semana ha sido ejecutada una sexta persona, en este caso un hombre de 49 años condenado por traficar con marihuana. Como la mayoría de ejecuciones, estos hombres fueron colgados en la horca.
Singapur llevaba dos años sin ejecutar a ningún preso, pero tras el fin de la pandemia ha retomado las ejecuciones pese a las solicitudes internacionales que piden el cese de la pena de muerte. Según la agencia EFE, se calcula que hay sesenta personas en el corredor de la muerte y, debido al fin de la pandemia, las ejecuciones podrían seguir produciéndose a un ritmo acelerado.
Este tipo de ejecuciones violan el derecho internacional, según afirman varias organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional. El derecho y las normas internacionales prohíben la imposición de sentencias de muerte obligatorias y exigen que el uso de la pena de muerte se limite a los “delitos más graves” o delitos de extrema gravedad que impliquen homicidio intencional, afirman desde dicha organización.
“El uso de la pena de muerte en Singapur, incluso como castigo obligatorio por delitos relacionados con las drogas, viola el derecho y las normas internacionales de derechos humanos. Todas las personas ejecutadas en Singapur en 2022 han sido condenadas a la pena de muerte preceptiva por delitos relacionados con las drogas. En lugar de tener un efecto disuasorio único sobre el crimen, estas ejecuciones solo muestran el total desprecio de las autoridades de Singapur por los derechos humanos y el derecho a la vida”, dijo Chiara Sangorgio, experta en pena de muerte de la organización Amnistía Internacional.
This morning, several of us gathered outside Changi prison just before dawn as the hanging of Nazeri was about to take place. In spite of the police presence, we were able to sit in quiet contemplation for almost 30 minutes and managed to leave before they had a chance to take pic.twitter.com/8Y43Jt84kA
— Jolovan Wham (@jolovanwham) July 22, 2022