Un estudio realizado en California concluye que los jóvenes que viven cerca de un dispensario no consumen más marihuana que los que no lo están.
La proximidad no es un factor relevante para determinar si una persona consume cannabis, justo lo contrario que los anti-marihuana suelen argumentar como defensa de la prohibición. A este estudio se suman otros que también aseguran que los jóvenes no han aumentado el consumo de marihuana desde que se legalizó en estados como Colorado, Nevada o California.
“No existe evidencia que apoye la idea de que hay una relación entre la disponibilidad de marihuana para uso medicinal, precio, variedad de producto cerca de un instituto y la susceptibilidad de uso”, señala el informe.
Resulta relevante que los autores del estudio señalen que la variedad, distancia y disponibilidad de tabaco y alcohol suponen un factor de aumento en la compra de estos productos por parte de los adolescente, al contrario que la marihuana. ¿Podría ser que aún el cannabis es un tabú entre la juventud y aún no ha calado tanto como otras sustancias?