Los jóvenes que consumen cannabis y alcohol presentan mejores puntuaciones en varios aspectos de la función sexual según los resultados de un estudio observacional realizado por investigadores de la Universidad de Almería. El estudio, realizado sobre una muestra de 274 personas de entre 18 y 30 años de edad observó que los “consumidores de cannabis de alto riesgo con un riesgo moderado de consumo de alcohol [tienen] un aumento del deseo, la excitación y el orgasmo”.
Los autores del estudio realizaron encuestas sobre los jóvenes para medir su nivel de consumo, consumo de riesgo y dependencia al alcohol y el cannabis, encontrando en el caso del alcohol que el 46% de los participantes no estaba en riesgo de tener problemas con el alcohol, mientras que el 41,6 % era probable que tuviera un nivel moderado de problemas con la bebida. En el caso del consumo de cannabis más de la mitad de la muestra (63,9%) no reportó problemas con el consumo, mientras que la probabilidad de desarrollar una adicción severa se observó en el 23,7%.
Luego se evaluaron varios aspectos de la función sexual mediante encuestas, para valorar la función sexual total, la excitación, el orgasmo, y el deseo sexual. Los autores observaron una puntuación mayor en cuanto a la función sexual total y en las subescalas de excitación y orgasmo en los consumidores de cannabis en comparación con los no consumidores, algo que no se observó en la subescala de deseo sexual.
En general, en cuanto al consumo de alcohol, no se encontraron diferencias significativas en la función sexual y las subescalas al comparar los participantes bebedores y no bebedores. Sin embargo, hubo diferencias en función del consumo de alcohol: los participantes que dijeron beber en exceso obtuvieron puntuaciones más altas en el cuestionario de función sexual total y en excitación comparado con los que no bebían. Además, los participantes de alto consumo tenían puntajes significativamente más altos en la subescala de orgasmo que los participantes de consumo moderado. Al mismo tiempo, aquellos que reportaron dependencia del alcohol mostraron una menor puntuación que aquellos con alto riesgo de desarrollar problemas con el consumo de alcohol.
“Esta mejoría suele ir asociada a una reducción de la ansiedad y la vergüenza, lo que facilita las relaciones sexuales”, escribieron los autores. “Sin embargo, según la literatura, este aumento de la función sexual suele ir acompañado de conductas sexuales de riesgo, dado que el consumo de drogas, especialmente alcohol y cannabis, en entornos recreativos nocturnos está muy normalizado y se ingiere en grandes cantidades. Por ello, se requiere mayor información y formación sobre los riesgos sexuales que conlleva el consumo de sustancias como el cannabis y el alcohol, en especial para los jóvenes”, explicaron en las conclusiones del estudio, que también apuntan que “la educación sexual para la población más joven debe incorporar estrategias y educación para disminuir la ansiedad y la vergüenza durante los encuentros sexuales.”