Un estudio de la Universidad de McGill en Montreal asegura que los jóvenes que consumen cannabis tiene más posibilidades de tener depresión de adultos.
Los datos que arroja este artículo publicado en la revista JAMA son bastante sorprendentes: de los jóvenes que consume marihuana se aumenta en un 40% que puedan tener depresión de adultos y en se aumenta en un 50% que puedan tener pensamientos suicidas. Ahora bien, ¿no es esto lo que le pasa a todo el mundo tome o no cannabis?
Suena a bastante este dato pero, en realidad, solo es un 7% de los que consumieron cannabis alguna vez. Se traduce en 400.000 casos, según la doctora Gabriella Gobbi, profesora de psiquiatría en McGill. Asegura, con un tono ciertamente alarmista que: “el riesgo en la población es muy grande por la gran cantidad de adolescentes que fuman cannabis".
La doctora Gobbi y su equipo siguieron los informes de 23.317 adolescentes hasta la edad adulta y encontraron que los que consumieron marihuana antes de los 18 años tienen un 40% más de riesgo de padecer depresión y un 50% de sufrir pensamientos suicidas.
Algunos expertos aseguran que estamos subestimando la importancia del consumo del cannabis en la juventud y que no sabemos los problemas que esto puede traer pero, creemos, este tipo de estudios no ayudan. Se plantean como fórmula alarmistas para portada de diario en lugar de un detallado informe bajo microscopio de los que puede suceder a la larga con el consumo de marihuana. Por ejemplo, ¿qué sabemos del historial de estos pacientes los que se les hizo seguimiento? ¿cuánta marihuana consumían? ¿qué estratos social representan? ¿dónde viven?
Establecer que hay una causación entre las posibilidades de aumento de la depresión en adulto a los que consumieron (repetimos, ¿cuánto?) antes de los 18 es, cuanto menos, un movimiento demasiado arriesgado.