Se ha convertido en una tradición, casi, que las pequeñas girls scouts se coloquen frente a un dispensario para vender sus munchies: las girl scout cookies.
Como sabéis, una de las variedades más populares desde el comienzo de los tiempos de la mandanga moderna ha sido la Girl Scout Cookies. Para evitar confusiones (como las que este texto puede producir) esta variedad comenzó a conocerse solo por sus siglas GSC. Pues bien, para mayor confusión, desde que comenzó la legalización de la marihuana en los EE.UU no es raro que durante esta época del año las niñas exploradoras “tomen” las entradas de los dispensarios para vender sus galletas, las auténticas galletas de exploradora.
Si lo hacen es porque funciona. Los fumones no solo salen de los dispensarios deseando comprar chuches para el hambre del canuto, sino que es una forma de hacer una buena obra para estas simpáticas muchachitas scouts.
En esta ocasión, la prensa destacó el asalto de estas niñas al dispensario 33, ubicado en el vecindario de Uptown (Chicago), compartió videos de la tropa vendiendo galletas a sus clientes la mañana del domingo.
“Tenemos galletas de las Girls Scout y no solo es cannabis. Apoya a las niñas exploradoras locales con nosotros” tuiteó el dispensario. Por supuesto el dispensario 33 también vende GSC.
“La combinación perfecta” leía uno de los comentarios. Se desconoce cuántas galletas vendió el grupo ni a qué tropa de los scouts pertenecían. Sospechoso, ¿verdad?
Casos previos a este que dejan en ridículo al mayor de los entrepeneurs: La niña que vendió 300 cajas en California. Otras 300 cajas en Canadá vendidas por esta pequeña niña rubia. Kindergarten College unió sus fuerzas con las exploradoras para recaudar dinero para los niños de San Francisco: 117 cajas en una hora. No hay nada mejor que las galletas de exploradora para el picoteo, parece ser.