Ingredientes para cuatro vasitos
Elaboración
En esta lúdica excursión que planteamos, nuestra querida acompañante contiene altos porcentajes de THC, que proporcionan un potente efecto mixto, comenzando con euforia y terminando en relajación de cuerpo y mente. Esta mezcla nos dará como resultado un viaje en el que primero seremos capaces de subir por una montaña hasta su cima sin parpadear, para después deslizarnos por sus laderas hasta llegar a su base muy relajaditos.
Lo primero que haremos será un vinagre cannábico para poder integrar la hierba en la elaboración. Para ello, necesitaremos 250 ml de vinagre de manzana y unos 8 g de cogollos de esta golosa Girl Scout. Meteremos los cogollos en el congelador un par de días antes, ya que el frío nos facilita la extracción de sus bondades. Después, los trituraremos, los sumergiremos en el vinagre y los dejaremos macerar durante tres o cuatro días en la nevera. Pasado este tiempo, ya podemos filtrarlo con un colador de tela y verterlo en un recipiente. Así, tendremos todos los atributos organolépticos y psicotrópicos de la planta concentrados en un botecito.
Una vez terminado el paso más largo, comenzamos con el resto de las elaboraciones. Lo siguiente será el chutney de ciruelas rojas. Hemos escogido esta variedad porque su color contrasta mejor con el blanco de la crema de yogur, pero podemos hacerlo con la que tengamos a mano o la que más nos guste. Por cierto, por si no conocíamos el chutney, lo presentamos: es como una mermelada con vinagre y especies originaria de la India. Los primeros chutney se fechan en el 500 aC y sus variedades son infinitas: dulces, salados, picantes, suaves, con trozos grandes o pequeños y con cualquier tipo de fruta o verdura. Están ya por todo el mundo y sus aplicaciones son muy variadas, dependen del país y de su cultura gastronómica.
Para hacer este en concreto, primero lavamos muy bien las ciruelas y las cortamos en cuatro gajos desechando los huesos. A continuación, ponemos los gajos cortados en un cazo o sartén para ponerlos a cocer y le añadimos el jengibre bien rallado, las especias, el azúcar y la ralladura de lima. Lo ponemos a fuego medio durante unos veinte minutos aproximadamente; los gajos de ciruela deben quedar semidesechos, es decir, que no estén triturados del todo como una mermelada y se noten los trozos un poco. Cuando pase este tiempo de cocción, ya tendremos nuestro delicioso chutney preparado y podremos ponerlo a enfriar.
Una vez fría, podemos empezar a montar los vasitos junto al chutney y las cookies: en la base del vaso o bol pondremos una primera capa de cookies que habremos roto y desmenuzado previamente. A continuación, iremos intercalando una buena capa de crema de yogur con una más pequeña de chutney de ciruelas hasta completar el vaso o bol. La última capa de nuestra obra será de crema de yogur y la culminaremos con una poco de ralladura de lima, unos trocitos de ciruela fresca y unas hojitas de hierbabuena como decoración. Ya estará listo: bonito, ¿verdad? Pues al probarlo vamos a flipar. Aconsejamos meter la cuchara en perpendicular de arriba abajo hasta el fondo, de forma que se coja una muestra de todas las capas en cada cucharada. Esperamos que esta recetilla endulce la vida Hecho el chutney, mientras se enfría, ponemos a calentar el chocolate blanco con el chorrito de leche en el microondas en modo descongelación durante dos o tres minutos, hasta que podamos disolverlo todo y obtener un resultado cremoso. Cuando esté homogéneo, le añadimos el yogur y lo mezclamos todo muy bien para tener como resultado una apetitosa crema de yogur y chocolate blanco.
¡Salud, buenos humos y hasta la próxima!