La mayoría de las regulaciones medicinales del cannabis en el mundo empiezan por permitir los productos farmacológicos elaborados con extractos aislados de CBD, como está sucediendo en España con el proyecto del Ministerio de Sanidad. Esto suele ser criticado por el activismo porque se dejan de lado los otros componentes de la planta que también tienen beneficios terapéuticos. Ahora, un reciente estudio científico realizado en EEUU ha vuelto a demostrar el potencial que existe en la interacción entre otros cannabinoides y los terpenos para reducir los niveles de ansiedad generados por el THC, que sirve para tratar varias enfermedades.
El estudio fue realizado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), que cuenta con fondos federales de EEUU, y comprobó que los participantes que vaporizaron THC con el terpeno D-limoneno experimentaron menos ansiedad y paranoia en comparación con aquellos que solo consumieron THC. Los investigadores, quienes publicaron los resultados en la revista Drug and Alcohol Dependence, sugirieron que estos hallazgos podrían desbloquear el máximo beneficio terapéutico del THC, que suele utilizarse para el tratamiento de dolores crónicos o el síndrome de Tourette, entre otros.
“Las calificaciones de efectos subjetivos similares a la ansiedad disminuyeron cualitativamente a medida que aumentó la dosis de D-limoneno”, aseguró el estudio. Además, se detalló que “la administración simultánea de 30 mg de THC y 15 mg de D-limoneno redujo significativamente la calificación ‘ansioso/nervioso’ y ‘paranoico’ en comparación con 30 mg de THC solo”.
Los investigadores a cargo del estudio pertenecen a reconocidas instituciones estadounidenses como la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, la Universidad de Colorado y la compañía CReDO Science. Ellos llegaron a las conclusiones después de analizar los signos vitales, el rendimiento cognitivo, los efectos subjetivos del consumo de THC y el estado de ánimo de los participantes que vaporizaron el terpeno solo, THC solo y la combinación de ambos o placebo (agua destilada). El trabajo científico aseguró que “es uno de los primeros estudios clínicos que demuestra la validez del efecto séquito del cannabis, que teoriza que el THC y otros componentes de la planta interactúan de maneras significativas que alteran los efectos agudos del cannabis”.