Las langostas son uno de los platos favoritos para los amantes de los seres del mar. Para cocinarlos, hay que hervirlos vivos. Esta práctica ha sido criticada durante décadas por los defensores de los derechos de los animales por el sufrimiento que se les generan a estos mariscos. Pero ahora, la dueña de un restaurante en Maine, en EEUU, ha tenido una idea para reducir el padecimiento de las langostas: sedarlas con cannabis.
“Me hace sentir mal cuando recibimos a las langostas sabiendo el destino que enfrentarán”, dijo Charlotte Gill, la propietaria de Legendary Lobster Pound, el restaurante que está experimentando con cannabis para sedar a los mariscos y aliviar su dolor durante el proceso de la cocción. Aún lejos de sumarse al veganismo y dejar de comercializar con la venta de animales para su consumición, la empresaria gastronómica pretende darles una muerte más digna en la olla donde serán hervidas. Antes de calentar el agua, Gill bombea humo de marihuana a través de una manguera para que los animales entren en un estado de relajación.
En diálogo con el medio local Mount Desert Islander, Gill dijo que, tras evaluar el comportamiento de una de sus langostas de ensayo, comprobó cómo los animales se calmaban y no utilizaban sus pinzas para defenderse de una muerte asegurada. La duela del restaurante aseguró que planea ofrecer esta técnica para sedar a los mariscos a todos los clientes que así lo requieran. "El THC se descompone completamente a los 392 grados, por lo que usaremos el vapor y el calor para exponer la carne a 420 grados de temperatura extendida, para asegurarnos de que no haya ninguna posibilidad de un efecto remanente", detalló Gill.