Una nueva investigación realizada en la Universidad de Queen's (Canadá) sugiere que el uso habitual de cannabis podría estar asociado con beneficios subjetivos en la experiencia sexual. El trabajo, desarrollado como tesis doctoral por Kayla M. Mooney, combina una encuesta en línea a 1.547 personas y un diario de seguimiento durante 28 días con 115 participantes, de los cuales 87 eran usuarios frecuentes de cannabis.
Los resultados muestran una relación significativa entre el consumo de cannabis y el incremento del deseo y la excitación sexual. En los días en que las personas participantes consumieron cannabis y tuvieron relaciones sexuales, reportaron niveles notablemente más altos de deseo y excitación en comparación con los días sin consumo. Además, en términos generales, el estudio encontró una disminución del malestar sexual en los días de uso, un aspecto que podría tener implicaciones para el abordaje terapéutico en psicología sexual.
El estudio también indagó en las motivaciones sexuales para el uso de cannabis. Casi la mitad de los encuestados afirmó consumir para potenciar respuestas como el placer, la excitación o la sensación de conexión con la pareja. Los hallazgos fueron analizados desde el modelo motivacional incentivado (IMM, por sus siglas en inglés), que plantea que ciertos estímulos repetidos pueden condicionar la conducta a través de expectativas de recompensa.
La literatura científica en torno al cannabis y la sexualidad ha venido creciendo en los últimos años y aunque algunos trabajos advierten sobre posibles efectos adversos a dosis altas de THC, la mayoría coincide en que dosis bajas o moderadas podrían estar relacionadas con mejoras en la función sexual, especialmente en mujeres.