Los países que están siempre en alguna guerra (más o menos declarada) como es el caso de los EE.UU. tienen que destinar una importante cantidad de dinero a las enfermedades y traumas diversos que los soldados se traen a casa tras su servicio. 

El síndrome de estrés post-traumático (SEP / PSTD en inglés) es una de las condiciones que más sufren los veteranos. Sus síntomas son múltiples y variados pero suele ser habitual la falta de sueño, un estado de excitación y ansiedad constante, depresión y mantenerse en alerta incluso aunque no haya razón para estarlo. Estos síntomas suelen ser transculturales y están relacionados con el estrés del combate pero no necesariamente: una persona que haya sufrido un gran daño en la vida civil puede tener SEP con los mismos síntomas. La diferencia es que el colectivo de los veteranos han logrado hacerse oír dada la cantidad de asociaciones en las que sea agrupan. “La Legion” es una de ellas, posiblemente la más importante con más de 80.000 miembros en todo el país.

Hace poco los veteranos volvieron a pedir al gobierno de los EE.UU. que se permita que se traten con marihuana. Estos tratamientos vendrían a acompañar a la terapia habitual como tratamiento alternativo. Como dice Jeff Staker, que inició la campaña para pedir marihuana medicinal para los veteranos en Indiana y combatiente: “Tenemos un veterano que muere cada 30 minutos por sobredosis de medicinas para el dolor que le han recetado… Legisladores, escuchad a los veteranos”.  

Algunos estados, como es el caso de Nuevo México ya permite este tipo de tratamientos, pero es una excepción y, como muchas veces advertimos, la leyes federales podrían encarcelarlos incluso aunque sea legal. Por este motivo se está lanzando una campaña a nivel federal para que se contemple el uso de cannabis en los veteranos con SEP. Dado que en EE.UU. casi todo el mundo es un veterano o es familiar de uno, es una cosa bastante seria que podría ayudar a miles de personas. 

Otros tratamientos menos ortodoxos como son las microdosis de LSD también han tenido cierto éxito. Al menos los resultado son mucho más prometedores que los medicamentos antidepresivos o ansiolíticos tradicionales pues estos últimos suelen producir serias adiciones que no solucionan el problema. Cada día unos 50 veteranos se suicidan o mueren de sobredosis debido a la medicación que les prescribieron. 

La clave para atajar el problema con la marihuana es que esta provee de los endocanabinoides que necesita el organismo de la persona con SEP. Por lo general se cree que todas las personas con SEP sufren de deficiencia de endocanabinoides.